El fumador, aterrado al ver
que sus dientes se iban pareciendo a los de la foto de la cajetilla, decidió,
al fin, usar la pasta dental.
Por esa llamada de teléfono
fue premiado con un viaje para solteros, un avión estrellado en el mar y un
naufragio con ella en una isla desierta.
Cuando comenzó a salir vapor
de la cazuela, la langosta gigante me miró con sus enormes ojos y exclamó: “¡Qué rico,
el humano casi está en su punto!”
El jugador de futbolín cobró
vida. Al moverse se sintió fuerte. Al pensar se sintió importante. Al crecerle
la tercera pierna se sintió invencible.
El teléfono sonaba
doblemente en su cabeza. El insistente timbre de llamada era de su amante; los
golpes con el aparato, de su mujer.
—El zoo nunca me pareció lógico
—pensaba el hombre en su jaula mientras los monos, desde fuera, le daban de
comer.
—Esta bandeja de oro ya no
me sirve —se lamentó el antiguo rico en la tienda de empeños después de
despedir a la criada.
Apretujadas entre los
cuerpos las dos sombras se apareaban. Al cabo de unos meses otra sombra
pequeñita vería la luz.
El aborigen sopla la caña y
expele un dardo que me envenena, induciéndome a un sueño eterno sobre un
aborigen que sopla una caña…
Time out
¡Otra! ¡Otra!, le gritan
todos. No se resignan a creer que el telón de su vida ha bajado
definitivamente.
Asesino ecológico
Le gusta la fruta sin
pesticidas. Ayer se comió una manzana, para matar el gusanito.
Me suenan algunos de mi tan añorado Cuenta 140, aunque igual me equivoco.
ResponderEliminarUn placer leerlos. Aunque no siempre comente, casi siempre aplaudo en silencio(y con cierta envidia) tu talento.
Sí, algunos de ellos nacieron allí. Hoy me los encontré arrinconados en un archivo, y me apeteció compartirlos.
ResponderEliminarGracias por leerme, CDG.
Un abrazo.
Sara, que cascada de buenos hiperbreves. Los hay de muy buena calidad. Además dan que pensar con su doble sentido.
ResponderEliminarUn abrazo.
El doble sentido los hace más extensos :-)
EliminarGracias, Nicolás. Un abrazo.
Tu galería de hiperbreves es muy buena, me gustan todos pero el del "gusanillo" es genial.
ResponderEliminarSabes, por la ironía me has recordado los aforismos de Juan Ramón Jimenez.
Besicos
Casi todos tienen su punto de ironía.
EliminarGracias, Cabopá por pasarte por aquí y comentar. Un abrazo.
Excelentes. No ignoro que muchos de tu hiperbreves no son fruto de la inspiración, sino del trabajo y una buena memoria... En ella anidan, en una hermandad equívoca las ideas propias y las ajenas. Pero tú tienes los recursos necesarios y la genialidad para distinguirlas. Algunas podrían ser perfectamente el comienzo de un capítulo de mi novela.
ResponderEliminarEn fin. Ha sido divertido leerlos. ¿ Diremos " simio " por similitud con los hombres ...?
Un beso.
Y entre tanto simio ya no sabremos reconocernos...
EliminarAlgunos son más pensados y otros más espontáneos. Estos micros fueron escritos bajo el marco de un concurso que limitaba los caracteres e imponía un tema de inspiración.
Un beso, Amigo mortal.
¿ Alguien me puede explicar qúe pasa hoy en los blogs ?
ResponderEliminar¿A qué te refieres?
EliminarRecuerdo algunos del concurso de Montero Glez., otros no me suenan, pero todos tienen el toque lewiniano.
ResponderEliminarMe quedo con el de las sombras, es muy naïf :-)
Un beso, Sara.
"Lewiniano" me ha hecho gracia. El de las sombras efectivamente es el más directo y naif.
EliminarUn abrazo.
Una galería para disfrutar: no logro encontrar, entre tanto hiperbreve bueno, uno aolo para nombrar como mi favorito.
ResponderEliminarBesos!
Para pasar un buen rato, que para eso también estamos :-)
EliminarUn beso.
Ciertamente me recuerdan al 140. Me gustan más extensos, te saboreo más, te siento más cercana en ellos. De todoas maneras no quiero decir que no me gusten, especialmente el primero, aún me duele la tripa :))
ResponderEliminarUn besote
Te entiendo, Cormorán, porque te confieso que yo tampoco me reconozco en ellos. Hacía un año que no los leía y me doy cuenta de como he cambiado. Y seguramente eso nos pasará mañana con lo que escribimos hoy.
EliminarCon el primero espero que no se ofendan los fumadores :-)
Un abrazo.
Gracias por el buen rato que he pasado con estos hiperbreves.
ResponderEliminarBesitos
Me alegra que hayas pasado un buen momento leyéndolos.
EliminarBesotes.
Buen despliegue de hiperbreves. Me quedo con el conjunto de ellos.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias, David. Juntos se leen mejor. Un abrazo.
EliminarLa verdad es que están buenísimos, ya los compartí en g+ así más gente puede disfrutarlos.
ResponderEliminarMe encantó este: "—Esta bandeja de oro ya no me sirve —se lamentó el antiguo rico en la tienda de empeños después de despedir a la criada."
Cada cual acomoda la realidad como le place (o como le sale), jaja.
Abrazo.
Gracias por compartir, Juan.
EliminarUna bandeja que no sirve ya no sirve para nada :-) Aquí hay cada vez más de esos pasando por las tiendas de empeño.
Un abrazo.
No sabría cuál elegir... Si es que uno pretende seguir con esa actividad tan humana de elegir.
ResponderEliminarUn despliegue de ingenio.
Un beso.
HD
Para qué elegir si podemos quedarnos con todo...
EliminarGracias, Humberto.
Un beso.
Llego a estos hiperbreves de la mano de Juan Ojeda, que los colgó en Google +, y como hacía tiempo que no pasaba por tu blog, ha sido un acierto este reencuentro. Me gustan mucho estos hiperbreves limpios, contundentes, con doble punto de vista y sentido del humor. Son como un reflejo engañoso en el miniespejo del pintalabios... sólo vemos la realidad por un agujerito.
ResponderEliminarAbrazos
Por qué será que incluso teniendo amplitud de mirada solo vemos la vida por un pequeño agujerito, ese que dictan las conveniencias, las costumbres, los agrados...
EliminarYo también te he reencontrado esta semana gracias a "Tú y yo" ese micro tan bueno como original :-)
Un abrazo.
Varios me gustan mucho, especialmente el segundo. Eso sí que es forzar una relación.
ResponderEliminarQué buena colección, Sara, algunos me han hecho sonreír, y me ha gustado especialmente el segundo y el penúltimo. Pero para mí el mejor es el primero: tantas veces nos quedamos en lo superficial, sin buscar soluciones que sean efectivas de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo