Las observé bien. No eran
dos sirenas encalladas en la bañera, aunque parecieran llevar consigo el mar
azul. No. Eran dos monstruos bellísimos. Lo supe porque entre ambas sumaban
veinte dedos en sus pies velludos, y lucían colmillos prominentes cuando
sonreían. Dudaba si quedarme o salir
huyendo del baño, cuando me agarraron con sus largos brazos estirados como
chicle de fresa, y me sumergieron junto a ellas en el agua.
Y aún sigo aquí. He de
reconocer que no lo paso nada mal, aunque quizás estamos un poquito apretados
de espacio…
Es por esa costumbre mía de
compartir siempre lo bueno con los amigos.
Este texto participa en los Viernes creativos, de Escribe fino,
el blog de Fernando Vicente. Inspirado en esta foto de Berta Vicente.
el blog de Fernando Vicente. Inspirado en esta foto de Berta Vicente.
Hay veces que, aunque el miedo nos embarga, nos gusta jugar con el riesgo. Y dejarse atrapar por dos monstruos tan atractivos es muy tentador. Tu protagonista parece que lo pasa bien; si es así dale mis datos, yo también quiero.
ResponderEliminarUn beso
Dicen que donde caben dos caben tres... o cuatro o cinco...
EliminarGracias por la visita, Ana. Se te echaba de menos.
Un abrazo.
Bueniiiiisimooooo, que imginación fecunda¡¡¡
ResponderEliminarBesos muchos ♥♥♥
¡Que la imaginación nunca falte! Aunque la foto ayuda, es una imagen muy enigmática, que da para varias historias.
EliminarUn abrazo.
Qué miedo dan las dos tan juntas en ese espacio reducido, íntimo y húmedo!Es curioso, me ha sorprendido la entrada porque la ultima mía también va de sirenas, pero de otra clase.
ResponderEliminarBesos de gofio.
Hola, Gloria. Hay tantas sirenas en los cuentos que seguramente ya quedan pocas en el mar :-)
EliminarUn abrazo.
Etimológicamente la palabra 'monstruo' tiene un sentido positivo, de prodigio, qué lindos son los monstruos bellos.
ResponderEliminarEres prolífica y siempre buena.
Un beso grande.
HD
Ese sentido positivo de lo extraordinario es el que quería reflejar.
EliminarEnhorabuena por tu libro, Humberto.
Un abrazo.
Ahora las imagino con sesenta dedos velludos en los pies, y tres pares de largos colmillos superiores en lugar de dos. Esperando al próximo acompañante.
ResponderEliminarGenial, Sara.
¡Saludos!
Si es por imaginar todo lo "monstruoso" que no se les ve en la foto, podríamos añadir mucho más... :-)
EliminarGracias, Juanito. Un abrazo.
Pasaba por aquí.....
ResponderEliminarDos monstruos muy bellos, sin duda debe valer la pena pasar estrecheces en esa bañera.
Saludos
Parece que se lo pasan bien, sí.
EliminarGracias Marinela por pasar.
Un saludo.
La foto parece mostrar dos mujeres felices, y tu texto abunda en que hay monstruos buenos capaces de compartir cualquier lugar agradable. Si les pides sitio, igual la bañera se ensancha un poquito....
ResponderEliminarUn abrazo grande, Sara