Quiera esta eterna noche redoblar sus tambores de silencio para aplacar
mi atronadora soledad. En esta fría ergástula en la que me confinaron hace
décadas, no recuerdo por qué males, aguardo sin éxito a que suceda algo digno
para contar. Mientras tanto, como no me resigno a desaparecer así, sin dar fe
de mi triste existencia, garabateo recuerdos en las paredes con los dedos
impregnados de escoria.
Sara, hoy me alegro especialmente por leerte, porque eso significa que ya estás, de nuevo, en el camino. ¿Sabes? hacía mucho tiempo que no leía "ergástula", al hacerlo hoy y enmarcar tu texto he pensado en esos tiempos de la historia, todavía hoy presentes en muchas partes del planeta, donde la vida de una persona no vale nada, y la libertad es un bien escaso. Me han gustado esos dedos impregnados de escoria.
ResponderEliminarun abrazo Sara
Hola, Xavier. Yo me alegro de verte por aquí. Leí la palabra "ergástula" en un poema de Borges, que me encanta. Te dejo un fragmento:
Eliminar"...No te arredres, la ergástula es oscura,
la firme trama de incesante hierro
pero en cualquier recodo de tu encierro
puede haber una luz una hendidura.
El camino fatal como la flecha.
Pero en las grietas, está Dios que acecha."
Un abrazo.
Bienaventurados aquellos que, aún en la más atronadora soledad y el más negro silencio, todavía esperan que suceda algo digno de contar, de vivir..
ResponderEliminarAbrazo!
Es increíble la fuerza de voluntad que puede llegar a tener el ser humano. Esperanza, fe, ganas de vivir... difícil no perderlas en esa situación.
EliminarUn abrazo.
La primera frase es de antología. Me recuerda a los tiempos en los que los presos se olvidaban en las cárceles hasta que morían de hambre, frío y enfermedades. Terríble. Me alegro de que estés bien y en forma. Un beso.
ResponderEliminarLo duro es que eso todavía sucede.
EliminarGracias, Mar.
Un abrazo.
No es fácil, lo sencillo es dejarse devastar... pero sea como sea, mejor mantener viva esa sensación de que nada está perdido.
ResponderEliminarTe confieso que la palabra ergástula no la tenía muy clara, pero ahora ya la tengo bien diáfana, a pesar de la oscuridad que el concepto encierra.
Un abrazo Sara.
No debe de ser fácil, no. Cuántas de esas historias anónimas habrá...
EliminarUn abrazo Ximo.
Tiene una gran carga poética de resistencia, tanto el texto como el dibujo.
ResponderEliminarResistir entre muros reales o abstractos. Lo importante es resistir...
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado esta entrada y su ilustración.
ResponderEliminarNo dejas de sorprenderme, con el alud e imaginación tu creatividad.
Un abrazo
Este micro lo escribí en el hospital... hay que ver lo que me ha inspirado :-)
EliminarGracias, Albada por tu visita, que siempre me alegra un montón.
Besos.
Sara, el fallecer del artista que muere más por tedio que por causas naturales. Me imagino cuanto sufrimiento tuvo que pasar por no poder plasmar las ideas que su imaginación le mostraba.
ResponderEliminarExcepcional como has mostrado esa agonía entre muros.
Besos.
Me gusta tu interpretación del texto, Nicolás. El tedio es una causa natural de muerte entre los encarcelados...
EliminarUn abrazo.
Por mucho que nos encierren en cárceles, por mucho que nos aislen del mundo y sus seres, siempre nos quedará la libertad del pensamiento.
ResponderEliminarUn besote Sara
Eso siempre, Cormorán. Por lo menos eso.
EliminarOtro beso para ti.
Las palabras se las lleva el viento, pero no la escritura. En ella dejamos constancia de nuestro paso por la vida.
ResponderEliminarUn micro potente, Sara.
Me alegra verte tan recuperada, guapa :-)
Un beso.
Apenas unos trazos serán ya un símbolo de nuestra existencia; que puede ser más o menos penosa, pero igual de importante.
EliminarEscribir o dibujar es una buena forma de olvidarse del dolor jejeje (ese es mi caso ahora)
Un beso.
Sara ...me llevo tu palabra "ergástula" y el poema de Borges que le dejas a Xabier, que es precioso. También me llevo un micro que ahonda en lo más interno del encierro humano, de los sentimientos de amargura que provocan la falta de libertad, y de la miseria humana al tener que utilizar los pigmentos de sus propias secreciones.
ResponderEliminarNo sabía que andabas pachucha...que te recuperes, Sara.
Un beso.
Yo me llevo con agrado tus visitas, que siempre me alegran. Gracias, Laura.
EliminarBesos.
Es maravilloso el micro, desgarradoramente vital. Y más allá de las circunstancias particulares puede que la vida sea eso, intentar construir con lo que se tiene a mano... creo que -disculpas por el exceso de metáfora quizás- cada cual duerme en su propia ergástula y atina a lidiar con ella lo mejor que puede.
ResponderEliminarMe quedo con la fantástica imagen de Maquinista. Mientras haya algo que contar, habrá vida.
Un enorme abrazo.
Sí, cada cuál vive lo que le toca vivir como puede, de hecho para algunos la cárcel solo está en sus cabezas.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cómo hacés para escribir así estando convaleciente?
ResponderEliminarSos una genia total!!!!
Abrazos admirados
Si me centro en escribir no me percato del dolor. Eso ayuda :-)
EliminarUn abrazo.
Hola, Saraaaa. Qué bien que ya haya luz en tu casa. Veo que todo va bien, lo dicen tus palabras tan bien hiladas como siempre y tus garabatos perfilados. Y me alegro mucho.
ResponderEliminarAbrazos, Sara.
Sí, Miguelángel. Hay mucha luz, veo el mar allí a lo lejos y para más alegría, ya he podido salir a dar un paseo :-)
Eliminar¡Gracias! Un abrazo.
Hay fuerza de voluntad y resistencia en tu micro. La voluntad del ser humano es increible.
ResponderEliminarMe alegra verte activa, Sara.
Besitos
Hay fuerza de voluntad dentro de ese panorama tan desolador que describe el texto...
EliminarGracias, Elysa. Un beso.
Qué dureza impregna el texto, encerrado sin recordar ya por qué pero negándose a desaparecer entre esos tristes muros sin dejar algo de sí mismo, aunque sea con unos dedos impregnados en escoria, uf, claustrofóbico.
ResponderEliminarBesos Sara con mucho cariño para tu recuperaciòn.
Qué tétrico todo >.<
ResponderEliminarHa quedado un texto muy denso, es verdad. La intención era sacar esperanza de cualquier situación.
EliminarUn abrazo.
"... no recuerdo por qué males ... " Y perfecto, acabado.
ResponderEliminarUn beso.
¡Gracias, Amigo mortal!
EliminarBesos.
Hola Sara.
ResponderEliminarEspeluznante relato, tanto como el dibujo...
Pásate por mi blog, ahí una revista cultural gratuita en la que quizá te interese participar, con textos o dibujos..
Besotes
Este post ha salido así :-)
EliminarGracias por la invitación. La he estado leyendo y te he dejado mi comentario en tu blog.
Enhorabuena. Un saludo.