Sara, Suerte con ese relato, con ese columpio que chirría y sobre todo ten cuidado con la risa del enano, esa risa no me da ninguna confianza, pero ninguna. Un abrazo
Ah, qué precioso micro. Sí, has sabido encontrar un rayo de luz pura para un micro que se encerraba dentro de sí mismo como un laberinto. Bravo, Sara!!!!
Me ha gustado mucho, Sara. Allí te he dejado un comentario, y con él participo por primera vez en este mes de no flores. Un abrazo (allí te he dejado otro)
Te he dejado el comentario allí. Para mí, que tan me gusta ese género, es un micro de terror, y ella un niña fantasma. El final me parece abierto y activa mi imaginación. Pienso como Gabriel, me recuerda una leyenda urbana. Buenísimo, como siempre. Un beso.
Es una escena de las que dan miedo (por lo menos a mí) Ella puede tomar la identidad que el lector le conceda. Incluso puede existir o no... Gracias por tus comentarios. Un beso.
Sara es un relato de premio. Llegas al lector porque dibujas muy bien. Dar forma y color con palabras no es solo adjetivar. Me ha sorprendido cómo has incluido "la flor": has roto el relato, como si abrieras el capullo ante nuestros ojos... Y encima te "la has inventado" sin ningún pudor. Enhorabuena, maga de las palabras.
Hola Petra. Gracias por la visita y por tu comentario. Yo te he leído esta tarde en La Esfera Cultural, y me he quedado gratamente sorprendida e impresionada con tu relato. Te inventas palabras tan bien que estuve a punto de buscarlas en el diccionario, segura de que existían :-) Un abrazo.
Pequeña galaxia de fonemas y emociones. El punto de inquietud, el aliento temeroso, esa cosquilla de adrenalina que el miedo te regala... Conocer el miedo, para enfrentarse a él. Muy bello Sara.
Sara, Suerte con ese relato, con ese columpio que chirría y sobre todo ten cuidado con la risa del enano, esa risa no me da ninguna confianza, pero ninguna.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que he vertido en este relato todos mis miedos... pero también mi forma de superarlos.
EliminarGracias, Xavier. Un abrazo.
Buff, esa escena da susto ¿eh? Suerte de la flor, que será inventada, pero al menos al protagonista parece que le sirve de alivio.
ResponderEliminarUn abrazo Sara
Puede que inventarse una flor sea la única escapatoria que encontró para abstraerse de esa oscuridad.
EliminarOtro abrazo para ti, Ximo.
Leído y comentado allí.
ResponderEliminarGracias Cybrghost por pasarte por aquí y por allí. Un beso.
EliminarAh, qué precioso micro. Sí, has sabido encontrar un rayo de luz pura para un micro que se encerraba dentro de sí mismo como un laberinto.
ResponderEliminarBravo, Sara!!!!
De repente me encontré sin salida. Inventar un poco de color, un poco de vida se me antojaba la única escapatoria.
EliminarUn abrazo, Patricia.
Me ha gustado mucho, Sara. Allí te he dejado un comentario, y con él participo por primera vez en este mes de no flores.
ResponderEliminarUn abrazo (allí te he dejado otro)
A mí me ha gustado enormemente el tuyo, Miguelángel. Gracias por tus comentarios. Un abrazo.
Eliminar(allí te dejé otro :-)
No hay mejor escapatoria: Conocer el secreto de extraer la alegría de todas las cosas y el secreto de conservarla siempre...
ResponderEliminarUn abrazo, Sara.
Es el secreto mejor guardado. Supongo porque él representa la clave de la supervivencia.
EliminarUn abrazo.
Toda adversidad es vencible. Solo basta querer vencer, sentirlo y actuar. Nuestra mente y nuestros deseos son los invencibles.
ResponderEliminarUn besote Sara
Hay que tener mucha fuerza de voluntad y optimismo. Aunque es muy difícil hacer acopio de ellos siempre.
EliminarBesos.
Te he dejado el comentario allí. Para mí, que tan me gusta ese género, es un micro de terror, y ella un niña fantasma. El final me parece abierto y activa mi imaginación. Pienso como Gabriel, me recuerda una leyenda urbana. Buenísimo, como siempre. Un beso.
ResponderEliminarEs una escena de las que dan miedo (por lo menos a mí) Ella puede tomar la identidad que el lector le conceda. Incluso puede existir o no...
EliminarGracias por tus comentarios. Un beso.
Jo, Sara. Es un micro que 'acojona'; sería un estupendo guión para un corto de terror.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, seguramente quedaría genial. Si alguien se anima :-)
EliminarUn abrazo.
Sara es un relato de premio.
ResponderEliminarLlegas al lector porque dibujas muy bien.
Dar forma y color con palabras no es solo adjetivar.
Me ha sorprendido cómo has incluido "la flor": has roto el relato, como si abrieras el capullo ante nuestros ojos... Y encima te "la has inventado" sin ningún pudor.
Enhorabuena, maga de las palabras.
Me ha encantado.
Hola Petra. Gracias por la visita y por tu comentario. Yo te he leído esta tarde en La Esfera Cultural, y me he quedado gratamente sorprendida e impresionada con tu relato. Te inventas palabras tan bien que estuve a punto de buscarlas en el diccionario, segura de que existían :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Pequeña galaxia de fonemas y emociones. El punto de inquietud, el aliento temeroso, esa cosquilla de adrenalina que el miedo te regala...
ResponderEliminarConocer el miedo, para enfrentarse a él.
Muy bello Sara.
Un abrazo.
Muy bello y certero tu comentario Albada. Como siempre, gracias por la visita. Un fuerte abrazo.
Eliminar