viernes, 22 de noviembre de 2013

Galería de recuerdos

Ella parecía despierta, pero no lo estaba. Sus ojos abiertos se perdían en el abismo inconmensurable de los sueños, ajenos a mi mirada escrutadora. Había momentos en que podía sentir el roce de sus cabellos castaños, que parecían ondular sobre la almohada. Las sábanas blancas, que apenas arropaban su cuerpo, dejaban entrever la suave curva de su vientre, tan abultado entonces, cuando nuestra pequeña Lucy estaba adentro… Ensimismado continué contemplándola hasta que oí a mi lado a una joven repetir con insistencia: “Esta tampoco es mamá. Ven, vamos a ver otro cuadro”.



1 comentario:

Gracias por dejar tus comentarios.