Uff un poco cruel. Pero estupendo.
Es que es la versión negra :-)Un abrazo, Miguel Ángel.
Las mariposas se convierten en gases por la indigestión del amor.Me encanta, Sara, tanto el haiku como el "haiga"
Es verdad, son los efectos secundarios del desamor: hienas aladas, gases y acidez de estómago :-)Un abrazo, Manuel.
Brillante, Sara. Me encantaron ambos, haiku e ilustración.¡Saludos!
Gracias, Juan.Un abrazo.
Algunas veces, las mejores, el aleteo de las mariposas en el estómago nos hace cosquillas, y nos reímos y se nos pones la cara de bobos, esa tan característica del enamoramiento. Pero no siempre es así, como dices.Gracias Diego por pasar y comentar.Un abrazo.
Excelente Sara.Un abrazo.
Me alegra que te guste, Yolanda.Un abrazo.
Gracias por dejar tus comentarios.
Uff un poco cruel. Pero estupendo.
ResponderEliminarEs que es la versión negra :-)
EliminarUn abrazo, Miguel Ángel.
Las mariposas se convierten en gases por la indigestión del amor.
ResponderEliminarMe encanta, Sara, tanto el haiku como el "haiga"
Es verdad, son los efectos secundarios del desamor: hienas aladas, gases y acidez de estómago :-)
EliminarUn abrazo, Manuel.
Brillante, Sara. Me encantaron ambos, haiku e ilustración.
ResponderEliminar¡Saludos!
Gracias, Juan.
EliminarUn abrazo.
Algunas veces, las mejores, el aleteo de las mariposas en el estómago nos hace cosquillas, y nos reímos y se nos pones la cara de bobos, esa tan característica del enamoramiento. Pero no siempre es así, como dices.
ResponderEliminarGracias Diego por pasar y comentar.
Un abrazo.
Excelente Sara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que te guste, Yolanda.
EliminarUn abrazo.