Existió
una vez como una golosa fantasía caníbal entre la maraña de pensamientos eróticos
de su jefe. Aunque, afortunadamente, ella nunca llegó a saberlo.
Inspirado en este mural del dúo polaco Etam Cru
Este texto participa en los Viernes creativos,
de Escribe fino, el blog de Fernando Vicente.
Breve pero intenso y sugerente.
ResponderEliminarBreve como un pequeño tarro de mermelada :-)
EliminarUn abrazo, Miguel Ángel.
Ignoramos tanto de lo que provocamos (bueno y malo) en los demás...
ResponderEliminarUn besote de cumpleaños feliz un poco tardíamente (pero, míralo por el lado bueno, ¿quién te felicita hoy?)
Menos mal que lo ignoramos, Manuel. No sería nada agradable poder oír los pensamientos de la gente.
EliminarGracias por acordarte de mi cumpleaños. Es verdad que pasado el día 12, ya nadie me saluda :-)
Un abrazo.
Acertada la descripción de tan bonita imagen. Creo que has captado muy bien el sentir del artista.
ResponderEliminarMe encanto!!
Cariños....
¡Gracias, Oriana! Es un mural impresionante que incentiva la imaginación.
EliminarUn abrazo.
Me gustan tus microrrelatos ilustrados. Yo también soy autor de micros, y suelo participar de los Viernes creativos.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, Luciano. Te he visto también por allá; y en tu blog. Me encantan tus micros terroríficos.
EliminarUn abrazo.
Abres la puerta de la imaginación, usando un mural magnífico, como el ramo de palabras que nos regalas, donde todo queda a merced del lector y su imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Supongo que al estar dentro la imaginación de otros, nos convertimos en otras personas: lo que ellos creen que somos o lo que esperan que seamos.
EliminarGracias por comentar y apreciar mis textos, Albada.
Un abrazo.
Me sigue atrapando tu delicadeza hasta en los temas sórdidos. La elegancia dibuja siempre tus narraciones.
ResponderEliminarSaludos
Intentando que la dureza esté en el contenido y no en las palabras :-)
EliminarGracias, Nel.
Un abrazo.