Soñó que
recibía un coche de regalo y a la mañana siguiente se supo agraciado con el
premio. Soñó que una hermosa joven lo acompañaba y después de dar vueltas por
el barrio con su flamante automóvil nuevo, una impresionante morena se sentó a
su lado. Deseó que todo fuese un sueño cuando ella lo amenazó con una
navaja en el cuello, y al rato ya no tenía coche ni mujer.
Pero sí el recuerdo de haberlos tenido...
ResponderEliminarOjalá los sueños se cumpliesen siempre.
Un beso
Ojalá fuera se cumplieran siempre nuestros sueños buenos...
EliminarUn beso, Paloma.
JAJAJAJA POS ES PREFERIBLE A QUE LE CLAVEN EL PUÑAL...
ResponderEliminarMUY BUENO SARA
SALUDOS
CARLOS A.
Mmmm muy sugerente dejando ahí la duda.
ResponderEliminarAhí queda, sí. A veces son tan efímeras las cosas buenas...
EliminarUn abrazo, Miguel Ángel.
Sara, ¡muy original este microsueño! Y es que a veces los sueños se envenenan sin darse uno cuenta. Quizás pecó de ingenuo el protagonista o de malvada esa morena soñada.
ResponderEliminar¡Buena utilización del humor negro!
Abrazos.
Ambas cosas, sí. Hay quien se aprovecha de los incautos...
EliminarUn abrazo.
Jajaj.. Menudo premio le toco al pobre hombre. Un saludo.
ResponderEliminarLuego toca soñar todo de nuevo, pero con un mejor final...
EliminarUn saludo.
Bueno, siempre se puede soñar otra cosa mejor...
ResponderEliminarGracias, Carlos,
Un saludo.