Este texto participa en la propuesta "Microrrelatos al azar"
del blog Filias'home.
Los expedicionarios
se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno
de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Sobre
la pared norte de la cueva se erguía la figura grabada de un ser tan
espeluznante y extraño, que a no dudar debía ser de otro mundo. El más
intrépido del grupo siguió avanzando cámara en mano, mientras los demás lo
seguían con cautela. De nada ayudaban las enormes estalactitas que amenazaban con
desprenderse del techo. Se oyó un chasquido y un resplandor devolvió, por un
segundo, la luz de la vida a los ojos del ser atrapado en la piedra. Los gritos
de susto se solaparon con los del guía de la excursión: “¡he dicho que sin
flash!”.
Muy bueno. Un final sorprendente y divertido.
ResponderEliminar¡Gracias, Miguel Ángel!
EliminarMe ha sorprendido el final, muy bueno. Un saludo.
ResponderEliminarMe alegro por esa sorpresa, Maruja.
EliminarUn saludo.
Me gusta tu sitio y lo que escribes! saludos
ResponderEliminarGracias runner por tus palabras.
EliminarUn abrazo.