martes, 11 de noviembre de 2014

Avaricia

Elsa puede volar. Por el momento solo lo hace con la imaginación, aunque entrena todo el día para conseguir que también su cuerpo flote en el aire.
Y va progresando. Esta mañana ha logrado que sus pies se levanten un palmo del suelo tras agitar las alas de gasa adosadas a su espalda. Tendríais que haberla visto con sus trenzas al viento, la carita oronda, los ojillos como dos ranuras de alcancía atesorando toda la felicidad del mundo. “¡Eh, ladrona, que no nos dejas nada!” le gritaba la gente mientras ella, sin dejar de sonreír, rozaba con sus manos las nubes.  




lunes, 3 de noviembre de 2014

De perros

Un hueso roído por un perro manso. El mismo hueso, una y otra vez. Años mascando ese residuo duro e insípido que dices es mejor a no tener nada. La escasa algarabía de las horas muertas lamiéndote en el sofá las heridas. Así es la vida que se te escapa. 


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