domingo, 29 de abril de 2012

Conveniencias

Tras una oportuna llamada de advertencia, la grúa se lleva al desguace el vetusto coche estacionado durante meses en el mismo sitio. El vecino del tercero se apresura a ocupar la plaza vacía con su furgoneta. La señora del bajo se alegra de no tener que ver más esa cochambre frente a su puerta. La anciana de enfrente, aunque apenada, admite que el automóvil de su difunto esposo ya no podía seguir allí. Y el pandillero del ático, satisfecho, se regodea pensando en que el cuerpo que escondió en el maletero, será pronto un amasijo prensado entre la chatarra.



Dedicado a Miguel Molina, 


viernes, 27 de abril de 2012

Caído del cielo

El microrrelato de hoy podéis leerlo aquí,

en el blog: esta noche te cuento

El tema era: ...lo trajo la lluvia.





El Jurado del concurso ha incluido este texto 
entre los "Relatos Mencionados" del mes de abril.

miércoles, 25 de abril de 2012

Entre muros

Quiera esta eterna noche redoblar sus tambores de silencio para aplacar mi atronadora soledad. En esta fría ergástula en la que me confinaron hace décadas, no recuerdo por qué males, aguardo sin éxito a que suceda algo digno para contar. Mientras tanto, como no me resigno a desaparecer así, sin dar fe de mi triste existencia, garabateo recuerdos en las paredes con los dedos impregnados de escoria. 




sábado, 21 de abril de 2012

Adivinanza

¿Quién soy?

Igual que lo hace el lobo, yo me como los personajes de los cuentos. Y aunque siempre hay un pequeño héroe que intenta rescatarlos abriéndome la barriga de par en par, vale la pena. Me gusta cuando antes me acarician el lomo.



Ante un libro nuevo, todos somos como niños :-)

Con cariño, para todos los que me leéis día a día.


Me he adelantado en mi homenaje porque estaré unos días fuera.  Os quiero.


viernes, 20 de abril de 2012

El atropello

En la noche más negra adolecí en sus brazos. Sus lágrimas tibias diluyeron la sangre que manaba de mi pecho, alejando por un momento la gélida sombra de la muerte. Ella me acunó así, durante un instante que me pareció infinito, hasta que no soportó más verme sufrir, y decidió sacrificarme para que cesara mi dolor.


Imagen diseño exclusivo by Aurora©


Concurso Minificciones en Cadena (8º quincena de 2012) de Triple C.


miércoles, 18 de abril de 2012

Galería de hiperbreves


El fumador, aterrado al ver que sus dientes se iban pareciendo a los de la foto de la cajetilla, decidió, al fin, usar la pasta dental.



Por esa llamada de teléfono fue premiado con un viaje para solteros, un avión estrellado en el mar y un naufragio con ella en una isla desierta.



Cuando comenzó a salir vapor de la cazuela, la langosta gigante me miró con sus enormes ojos y exclamó: “¡Qué rico, el humano casi está en su punto!”



El jugador de futbolín cobró vida. Al moverse se sintió fuerte. Al pensar se sintió importante. Al crecerle la tercera pierna se sintió invencible. 



El teléfono sonaba doblemente en su cabeza. El insistente timbre de llamada era de su amante; los golpes con el aparato, de su mujer.



—El zoo nunca me pareció lógico —pensaba el hombre en su jaula mientras los monos, desde fuera, le daban de comer.



—Esta bandeja de oro ya no me sirve —se lamentó el antiguo rico en la tienda de empeños después de despedir a la criada.



Apretujadas entre los cuerpos las dos sombras se apareaban. Al cabo de unos meses otra sombra pequeñita vería la luz.



El aborigen sopla la caña y expele un dardo que me envenena, induciéndome a un sueño eterno sobre un aborigen que sopla una caña…



Time out

¡Otra! ¡Otra!, le gritan todos. No se resignan a creer que el telón de su vida ha bajado definitivamente.


Asesino ecológico

Le gusta la fruta sin pesticidas. Ayer se comió una manzana, para matar el gusanito.



domingo, 15 de abril de 2012

Cazafantasmas

La muerta se me apareció una noche. Yo me hallaba ante el escritorio polvoriento de una antigua pensión parisina, aguardando a que las historias sobre sexo y muerte que rondaban la habitación se expresaran a través de mi negra pluma.

—Yo seré tu musa —me dijo ella pegándose tanto a mi oído, que pude sentir el vaho de su voz heladora—; tendrás la fama que deseas, pero a cambio deberás devolverme la vida que impunemente me arrebataron.

— ¿Cómo? —inquirí con excitado desconcierto.

En ese momento pude verla. Solo llevaba un camisón que transparentaba aún más su cuerpo translúcido. Mientras flotaba provocadora sobre mi regazo me respondió con un grave susurro:

—Escribirás sin pudor mi biografía. 




viernes, 13 de abril de 2012

Lucha de gigantes

Dos colosales hormigas subieron desafiantes al ruedo de arena y asfalto. Ellas no se amedrentaron ante la muchedumbre, todo lo contrario. Preparadas para la batalla más feroz, las gladiadoras enseñaron sus negras y relucientes corazas, alzaron sus antenas como arpones, esgrimieron sus patas como múltiples lanzas. Un niño pequeño las observaba divertido. Desde su altura se sentía gigante, poderoso. Primero las sentenció señalándolas con el dedo. Luego las ejecutó, aplastándolas. 


La foto es obra de Earthquakeboy.

jueves, 12 de abril de 2012

Con un par de narices



como parte de su convocatoria de relatos

"Con un par de narices"






La anosmia del Ciber-hombre


Diseñó un aparato capaz de crear recuerdos y mejorar los antiguos, salpimentando aquellos que de tan sosos y aburridos, no huelen a nada. Se valió de piezas nuevas e ingredientes frescos, pero también de latas, frascos o simple chatarra. Una vez ensamblado el artilugio, lo conectó a la parte posterior de su cabeza y desde allí extendió un tubo flexible hasta su nariz de acero. Después de inhalar con fuerza volvió a disfrutar de recuerdos fragantes, balsámicos, picantes, hasta que comenzaron a surgir lágrimas de angustia, irritación, tos, estornudos… se había excedido con el spray de pimienta. No tuvo más remedio que refugiarse en su parte cibernética; al menos ella no sentía.


Podéis leerlo aquí.


lunes, 9 de abril de 2012

La conspiración


Como todas las mañanas, Clarisa alarga el brazo y tantea sobre la mesilla de noche buscando sus robustas gafas de carey, pero no las encuentra. Ella siempre tan metódica y para nada despistada, culpa de su desaparición a un robo. Se viste como puede con sus habituales ropas sobrias y llega no sin tropiezos a la óptica, que por fortuna está cerca. La atiende un muchacho muy atento que, siguiendo las instrucciones que le han dado, alecciona a la joven sobre los últimos modelos de lentillas y monturas. En el camino de regreso, Clarisa luce más que un aspecto renovado y moderno: al fin se transparenta en sus ojos la luz de una sonrisa. Al pasar por la floristería le obsequian rosas; el verdulero le ofrece una cesta de frutas exóticas, cortesía de la casa; y en la tintorería se afanan en devolverle, junto a su viejo abrigo, un sensual vestido de seda roja. Radiante y satisfecha entra a retirar las fotos que encargó para su gato y el apuesto fotógrafo —del que se sabe a voces que está enamorada— al fin la invita a salir. Clarisa ignora que han sido sus vecinos —incluido el ratero del barrio— quiénes han confabulado para que su historia de amor se hiciera realidad. 


domingo, 8 de abril de 2012

Génesis

Gracias a ti existo. Unidos, mi cuerpo nace. Tu aliento me insufla vida. El brillo de tu mirada da luz a mis ojos. Tus labios, jugosos como fruta madura, son el elixir que me alimenta. Tú me conviertes en Yo, y desde allí, me precipito al vacío del no ser cuando te vas.



martes, 3 de abril de 2012

Microrrelatos de fantasmas...


Negación

No creo en fantasmas, pero me dan miedo. Tampoco creo en los vivos, aunque me aterrorizan. Sin duda los zombis no existen, me repito —espantado— mientras me miro al espejo.



Aprensión

No creo en fantasmas, pero me dan miedo. Esa absurda sensación se intensifica cuando subo por la noche a la azotea para recoger la colada, y las sábanas zamarreadas por el viento cobran vida. 



¿A que no te atreves?

— ¡No creo en fantasmas, pero me dan miedo! —exclamó temblando el chavalillo, una vez dentro de la tenebrosa mansión abandonada.
—Relájate —le contestaron unas voces de ultratumba—. No existimos.



Con estos microrrelatos fantasmales, escritos para la propuesta de la Editorial Páginas de Espuma, os dejo hasta el domingo; me voy de vacaciones :-)