domingo, 30 de marzo de 2014

El cortejo

Me dices entre susurros tantas cosas empalagosas y absurdas: que me tatuarás las patas y el lomo a besos, que si dejo que me montes me convertiré en mujer… ¡Ja! Lo que hay que oír. Y tú, joven humano ¿te convertirás en un vigoroso cervatillo?


Inspirado en esta fotografía de Eric Morales

Este texto participa en los Viernes creativos
de Escribe finoel blog de Fernando Vicente. 

viernes, 28 de marzo de 2014

Efímero por siempre

Con este microrrelato participo en marzo en el IV Certamen de Relato Corto

Esta noche te cuento  El tema del mes es: Bajo la tormenta...

Podéis leerlo publicado aquí.

Efímero por siempre

En casa te asfixias.  La tarde se presenta aciaga como pocas, pero aun así te enfundas el chubasquero y sales a la calle con el temporal a cuestas. Mientras caminas pensativa por la acera desafiando al viento intentas dilucidar por qué los problemas siempre se te vienen encima todos a la vez. De repente el árbol que cae sobre tu espalda te cerciora de que el fiasco de la franquicia de bisutería, el primer aviso de embargo y la infidelidad de tu pareja no son nada comparado con lo que te acaba de pasar. No sientes el cuerpo; ni siquiera un hormigueo en las piernas. Y la cabeza parece girar alternando entre la consciencia y la inconsciencia. Te estás muriendo. Sabes que te vas. Un sinfín de imágenes aparecen desordenadas: los grandes fracasos, los pequeños hitos. Y entonces recuerdas que tan solo unos meses atrás eras feliz; que todo parecía ir tan bien en el negocio y con el cabrón de Julián que decidiste hacerlo beneficiario de tu seguro de vida.


Ilustración para el certamen realizada por


miércoles, 26 de marzo de 2014

sábado, 22 de marzo de 2014

La Bestia

“Nadie saldrá vivo de aquí” me susurra una voz al oído, pero no me importa. Hace tiempo que dejé de tener esperanzas. Me siento cansado de sobrevivir. Los días se suceden aciagos en estos calabozos. Casi estoy deseando que la Bestia me elija a mí de una vez. Odiaría ser el último y tener que ver a todos los demás desmenuzados por sus fauces nauseabundas. Sin embargo, ella se limita a ignorarme mientras me observa por el rabillo del ojo, como desde dentro, convirtiéndose en un latido rabioso que taladra mi sien. La sangre me rebulle y de mi boca se escapa un graznido hambriento. Olfateo en derredor. Ya quedan menos.

jueves, 20 de marzo de 2014

Libertad

Este microrrelato (ya publicado antes en este blog)
 ha recibido un accésit en el concurso 100 x 500 de Cuentos para el Andén.

Aquí podéis leer el relato ganador, las demás accésits, y la relación de finalistas. 

Libertad

Esa tarde, al salir de la oficina, Ramiro se encontraba más abatido y tenso que de costumbre, así que decidió volver a casa dando un paseo, callejeando despacio por el barrio viejo de la ciudad. Mientras arrastraba con desgana los pies pensaba en todas esas ilusiones aplacadas con los años, en aquellos anhelos antiguos que las rutinas se habían encargado de domesticar. Como su loca obsesión por volar como los pájaros. Por eso, cuando pasó delante del taller de tatuajes y vio unas extrañas alas tribales que parecían llamarlo desde el escaparate, no dudó en tatuárselas en la espalda, albergando el sueño de que en algún momento se desplegaran. Y así sucedió. Esa misma noche la tinta negra comenzó a emerger de la piel tirante e hinchada hasta cobrar volumen, mientras su dorso crujía y sus omóplatos se crispaban en bruscos espasmos. Debatiéndose entre el dolor y el éxtasis corrió hasta la hondonada para abrir sus brazos al cielo. Entonces, en un último impulso, las alas se desprendieron del cuerpo en el que estaban atrapadas y salieron volando. 





miércoles, 19 de marzo de 2014

Adiós imposible

Esa mañana salió asfixiada por un nudo en la garganta. Regresó del trabajo, colgó el abrigo en el despertador, hundió su cabeza en la almohada y lloró. Otra jornada igual que la anterior. La rutina la despertó temprano y la sumisión arrastró sus pies. Volvió tarde a su casa. Como hacía calor, esta vez ahogó el reloj en la bañera. Ya en su cuarto, corrió las cortinas para que la luz del día no disipase su oscuro propósito de no volver a ese sitio fatigoso y hostil. A la mañana siguiente llegó tarde al trabajo.


domingo, 16 de marzo de 2014

Melancolía

Ella me demostró que los sueños vuelan en barco y que la realidad se estrella en el mar. Que las nubes son ropas tendidas al cielo que unas veces escurren y otras veces lloran. Que las hojas de otoño son soles diminutos zamarreados por el viento que en su descender forman preciosas dunas doradas, o un cementerio errante de soles marchitos. 


Inspirado en esta fotografía de  JeeYoung Lee

Este texto participa en los Viernes creativos
de Escribe finoel blog de Fernando Vicente. 


miércoles, 12 de marzo de 2014

Caída libre

Abro los ojos para comprobar que me hallo al borde de un barranco. Mis pies descalzos amagan un resbalón que no culmina y me despierto tumbado en la cornisa de un edificio. Desde allí es tan fácil rodar hacia abajo, solo hay que girar el cuerpo un poquito hacia la izquierda. Sin embargo, el vértigo de la caída se me ahoga inconcluso en la garganta y esta vez me despierto enganchado en lo alto de un pino. Un crujido me avisa de que la rama no aguantará por más tiempo mi peso. Pataleo en el aire antes de despertar arropado en mi cama. Suspiro. Una nueva jornada comienza. Como cada amanecer, el reloj se remueve alarmado en la mesilla. Me incorporo de un salto pero nunca llego a tocar el suelo, que se abre a mis pies. Despierto asido con las uñas a la abrupta pared de aquel socavón interminable.  


Este microrrelato ha surgido durante el
Microtaller de Literatura de Terror que estoy haciendo en




domingo, 9 de marzo de 2014

Haiku

Ya es carnaval.
Al fin puedo mostrarme
sin la careta.


Y buenas noticias: Mi relato Álter ego se encuentra entre los relatos mencionados 

del mes de febrero en el IV Certamen de Relato Corto

Esta noche te cuento

Aquí podéis leer el fallo del jurado.



jueves, 6 de marzo de 2014

Reality

Ella reía tapándose con la mano la boca, recelosa de que a él pudiera no gustarle su dentadura irregular. El pelo largo y ondeado le cubría los costados de la cara, y así intentaba disimular sus incipientes patas de gallo y los lóbulos de las orejas que se le habían estirado por llevar pendientes de gran tamaño.
Él contaba chistes manidos, paliando con sentido del humor su incapacidad para sacar un tema de conversación interesante. Con sus manos nerviosas alternaba entre rascarse el bigote y elevar las gafas que se le resbalaban del puente de la nariz.
Antes del final de la velada la mayoría de los espectadores había cambiado de canal o apagado el televisor. Solo algunos resistentes al tedio decidieron que aquella pareja merecía conocerse a fondo y, tal vez, darse una oportunidad. 


domingo, 2 de marzo de 2014

La vida de otros

Apretujados en el portal del viejo edificio los novios se demostraban su amor entre besos y caricias. No intuían que estaban siendo observados por la vecina del 4º B, ni por la pareja de ancianos del tercero, ni por el portero que en esos momentos barría la escalera. Tampoco sabían que el aspecto negro y derruido de las paredes se debía a un antiguo incendio en el que varios vecinos habían quedado atrapados, condenados a cotillear la vida de los demás para siempre. 


Esta foto es obra de Earthquakeboy.