jueves, 30 de junio de 2011

El rey serpiente

Había una vez un rey que sentía el peso de la muerte sobre sus hombros. Tanto, que con cada sentencia cruel y dolorosa que dictaba, su espalda se arqueaba, aplastándose paulatinamente contra el suelo. Hasta que un día su cuerpo llegó a alcanzar la horizontalidad de una serpiente. El trono entonces se le quedó muy alto y tuvo que desertar arrastrándose entre los despojos de su reino. Zigzagueando llegó al desierto y allí, hundido en ese terreno yermo y vacío lloró implorando clemencia. Sus lágrimas obraron el milagro, y de su dorso brotó un árbol inmenso que creció altivo y orgulloso mirando al sol. Desde entonces el rey serpiente carga sobre su espalda el peso de la vida.



miércoles, 29 de junio de 2011

Sueños cumplidos

Soñó que recibía un coche de regalo y a la mañana siguiente se supo agraciado con el premio. Soñó que una hermosa joven lo acompañaba y después de dar vueltas por el barrio con su flamante automóvil nuevo, una impresionante morena se sentó a su lado. Deseó que todo fuese un sueño cuando ella lo amenazó con una navaja en el cuello, y al rato ya no tenía coche ni mujer.


lunes, 27 de junio de 2011

Nuevos atributos

En su trabajo siempre se sintió ignorada por su aspecto, pero una vez hubo pasado por las oportunas cirugías, todo cambió. Su jefe, como buen hombre de negocios, supo sacar partido de su nueva imagen nombrándola jefa de ventas. Ilusionada, acudió a su reunión con los clientes después de haber estudiado y repasado sus argumentos, pero sólo se encontró con miradas indiscretas hacia el hueco de su blusa y sonrisas bobas que asentían sin escuchar. Y volvió a sentirse ignorada por su aspecto.




sábado, 25 de junio de 2011

Reflejo permanente

Los pequeños golpecitos se sucedían una y otra vez. Con cada sutil pinchazo podía sentir la tinta surcando su piel, tatuando ese rostro extraño sobre el suyo. Se despertó en el suelo del baño. Su cara estaba tan ensangrentada y rota como el espejo que la había dibujado.



viernes, 24 de junio de 2011

Amantes

Ella deja de buscar en su boca lo que no existe en otra, atormentada dentro de un suspiro que dura toda la noche. Se levanta desnuda, con el pudor resignado a no volver. No encuentra su falda en ese revuelo de telas y cojines esponjosos esparcidos por el suelo frío sin alfombra, que le recuerda que tampoco atina con su zapato. Mientras hace equilibrio sobre un tacón tropieza con la cómoda -¿por qué la llamarán así? -protesta entre dientes; y entonces él se despierta dando manotazos sobre el recuerdo de su silueta en el aire, ese aire cargado de huida y de vergüenza.
-¿Nos volveremos a ver? –se atreve él a preguntarle.
-No –responde ella, sin saber que está mintiendo.




Este microrrelato ha sido finalista del

El tema del concurso era "la mentira"

Muchas gracias Acuática .



miércoles, 22 de junio de 2011

Desencuentro

Pasó cincuenta años en una cápsula de criogenia aguardando a que la clonación de su amada fuese viable. Cuando lo reanimaron ella se encontraba en la misma sala. Sin embargo la felicidad de él chocó con la hermética frialdad de la joven que, criogenizada, esperaba una futura implantación de recuerdos en los clonados.


lunes, 20 de junio de 2011

Amor de verano

Corría por la arena caliente, ansiando cambiar esa libertad por afecto. La vio y se arrellanó a su lado. La mujer lo observó de soslayo a través de sus gafas oscuras y sin dudarlo le lanzó un chancletazo certero. Él no se acobardó y la colmó a besos, aulló serenatas y hasta bailó en dos patas para impresionarla, pero solo consiguió otra chancla. El cortejo acababa de empezar. Ambos eran animales de costumbres. Todas las mañanas ella clavaba su sombrilla en el mismo sitio. Él siempre volvía.


La foto es obra de Eearthquakeboy.


domingo, 19 de junio de 2011

Absurda fatalidad

La niña cayó a las vías cuando el tren pasaba; la locomotora cesó su marcha a trompicones, golpeándose una y otra vez contra ella. Su hermano lloraba desconsolado al verla tirada allí, destrozando su juguete favorito. Enfadado, el niño decidió vengarse lanzando el juguete nuevo de su hermana por el balcón. Encaramados a la barandilla los pequeños forcejeaban entre manotazos y tirones cuando, al fin, una mano cedió. ¡No!, se oyó gritar mientras caía al vacío, impactando de lleno sobre una vecina, la frágil muñeca de porcelana. 


 
Este micro participó en el "Vendaval de Microrrelatos 2011".


sábado, 18 de junio de 2011

Pareja

Despierto soñó su muerte. La veía llegar erguida y oscura; empuñaba sus deseos de morir y se los clavaba. Afectado por ese veneno soñó  
con la vida. Se acercaba grácil, luminosa;  le devolvía sus deseos de amor con besos. Entre la agonía y el éxtasis, el hombre dudaba que pareja elegir.




viernes, 17 de junio de 2011

Ejemplar

El momento que se ha ido para siempre es aquel desperdiciado. Manuel lo sabe, por eso no cesa un instante en sus quehaceres para cumplir los objetivos. Aunque reconozco que es algo maniático en la calle. Cuando anda por la acera solo pisa el centro de las baldosas –si son pequeñas va de puntillas- mientras se las ingenia para sumar las matrículas de los coches rojos. En las escaleras cuenta los peldaños en voz alta; y si no hay más remedio y debe subir en ascensor se arrima a las paredes –o a algún anónimo acompañante- y reza implorando tierra firme. Sin embargo, una vez que llega a la oficina todas estas cuestiones quedan superadas. Se sienta presto en su silla, enciende el ordenador y ya nada lo distrae de sus tareas. Manuel es metódico, ordenado y sumamente puntual en la entrega de sus informes. Es un buen muchacho, trabaja que es un gusto.


Este micro surgió participando en los juegos preparatorios para el Vendaval de Micros 2011.

La frase de inicio del relato ““El momento que se ha ido para siempre” es la frase final de una novela, escogida por el autor del relato anterior como frase final de su relato.
 
La frase que yo escogí para el final “buen muchacho, trabaja que es un gusto”, es la última de un libro de mi autor favorito.

jueves, 16 de junio de 2011

El dictador

Su reflejo en las diáfanas aguas del pozo era tan turbio como la última vez que buscó hallarse a sí mismo. Nada había cambiado. Sus pecados seguían ensuciando su imagen. Y eso que en los ojos de los demás ya no se veía como un ser deleznable. Tal vez porque los había exterminado a todos.




miércoles, 15 de junio de 2011

La toma

El matón del colegio intenta saltar la comba de frente, de costado y de espaldas pero cae enredado y rendido en el suelo. Las niñas ríen y disfrutan al verlo perder la apuesta. Ya son las dueñas del patio. Ahora solo les resta desafiar a la maestra y al director.



martes, 14 de junio de 2011

Conclusión irracional

A simple vista parecía confundido. No era para menos. Incluso para una mente excepcional como la suya era un dilema difícil de resolver. Había tenido en cuenta todas las variables, las ecuaciones y los parámetros, pero la lógica parecía no servir para aclarar su situación. La pantalla del ordenador indicaba Game Over y su cuerpo extinto yacía inerte en la silla, sin embargo él seguía allí, aunque su tiempo había concluido.



Este micro surgió participando en los juegos preparatorios para el Vendaval de Micros 2011. Las frases de inicio y final del texto eran predeterminadas.

lunes, 13 de junio de 2011

Náufrago

Soy el único habitante de tu isla desierta. Llegué a nado voluntariamente, pero ahora soy un triste náufrago hundido en tu soledad. Hurgando en tus dunas encontré un corazón de coco, duro por fuera pero que contiene toda el alimento que necesito para aguantar hasta que los continentes vuelvan a unirse y ya no estemos aislados del mundo.



domingo, 12 de junio de 2011

AMIGOS CUENTISTAS: Elina Hebe Prado (Mirina)

Esta sección está dedicada a mis "Amigos Cuentistas"  
Todos los domingos ellos ponen las palabras; yo solo la ilustración.

La protagonista de hoy es Elina Hebe Prado (Mirina), con su microrrelato:

CAÍDA

La visita del fantasma duraba tan poco… tan escaso era ese tacto sin tiempo que se derretía al adentrarse en ella con la embriagadora provocación de la hora bruja, envolviéndola en sensaciones ¿atrevidas?, dejándola sola ante al vértigo de lo desconocido, abrumada por una presencia que resumía las ausencias de su vida, abandonada al abandono… y cuando abría los ojos buscando ¡algo! que le devolviera la realidad, solo veía el rastro luminoso del fantasma, ese espejo vacío donde mirar su soledad.


Si queréis leer más de Elina Hebe Prado (Mirina), pasaros por su página web:

Relatos para leer en compañía de un café (té, mate, o lo que quieras)

Allí podréis leer su libro Cafecuento Otoño.

viernes, 10 de junio de 2011

Mirada crepuscular

De repente caí atrapado en un torbellino de pestañas y pupilas encendidas; y cuando reparé en que aquellos ojos negros traían consigo ese ocaso que se cierne sobre los cuerpos y oscurece el alma, poco pude hacer. Yo ya había anochecido en ellos. 


jueves, 9 de junio de 2011

Migración

Ella desconoce límites e ignora fronteras. Se mueve libremente entre África y Europa sin que nadie le requiriera papeles, pasaportes o referencias. Aquel viaje interminable entre desiertos, mares y montañas implica gran variedad de riesgos, pero ella está dispuesta a asumirlos con tal de llegar a destino. Algunos la envidian y otros ponen en duda sus prerrogativas; sin embargo, ajena a todo, la golondrina es fiel a su propio rumbo. En ello reside su libertad.




Este micro ha sido publicado hoy en el blog: EURO - PA - LABRA.

Una interesante iniciativa de un Punto de Información Europeo, que ha creado un blog como encuentro de la cultura y de los libros de la UE. No dudéis en participar enviando un microrrelato de máx. 100 palabras. El tema del mes es FRONTERAS.

miércoles, 8 de junio de 2011

El interrogador

Acabé por eliminarla cuando confesó, ya no me servía. Sin embargo después de dedicar un par de días a confirmar sus declaraciones, concluí que mintió porque no soportaba más las torturas. Necesitaba saber por qué me seguía y qué ocultaba; así que regresé al bosque y desenterré su cuerpo deteriorado. Desplegué sus párpados, la miré a los ojos y se lo pregunté delicadamente, como debí haberlo hecho antes, pero nada, no respondió. Entonces decidí hurgar en sus ropas para hallar alguna pista –reconozco que se me había pasado hacerlo cuando aún estaba viva- y encontré un papelito con una dirección. Me dirigí presuroso hasta allí y llegué a mi casa. Al advertir un ciclomotor rojo estacionado en la puerta recordé que ella también vestía de ese color. Fue al entrar y ver su gorra tirada en el suelo cuando comprendí, no sin espanto, lo que había pasado. Sobre la mesa del salón estaba la pizza que ella había traído y a su lado, las pastillas para la esquizofrenia que yo había olvidado tomar.




Este microrrelato participó en ImaginArte Minificciones., ganando la segunda mención del jurado.
 


La frase de inicio del relato debía ser "Acabé por eliminarla".

martes, 7 de junio de 2011

Dos en la habitación

Te observo desvestirte despacio, de espaldas a mí. Ese repentino pudor oculta algo más que tus pechos. Lo sé porque cuando vuelves la mirada no me veo en tus ojos esquivos. Te metes rápidamente en la cama, te arropas y apagas la luz. Tú crees que reposo mientras duermes, pero no. Mi gran ojo parpadeante aún sigue grabando.




lunes, 6 de junio de 2011

MICRODEDICATORIA

Un cuento para personas grandes

De niño soñaba con ser aviador para estrellarse en el desierto y encontrarse con El Principito.
De joven, mientras estudiaba para sacarse su licencia de vuelo, soñaba con pilotar una nave espacial y llegar a su asteroide.
De mayor, sin embargo, una vez se halló ante el vasto Universo, fue poseído por las ambiciones, que aplacaron sus sueños. Pasó tantos años ocupado en ascender a comandante, en conquistar planetas inmensos, en acopiarse de las riquezas que sus hombres obtenían arriesgando sus vidas; que olvidó la razón que lo había llevado a emprender ese viaje. Hasta que ya viejo y desgastado como su nave, decidió regresar.
Fue inmensa su sorpresa cuando, camino de la Tierra, se topó con el pequeño asteroide B612. Allí estaban aquellos tres volcanes y la engreída flor para hacerle recuperar sus sueños de juventud.
Supo, entonces, que ya solo le faltaba estrellarse en el desierto para encontrarse con El Principito.



Imagen del asteroide B612,
captada en el espacio por la nave del comandante.


Este cuento se lo dedico a Patricia Nasello, porque un día me hizo recordar a este príncipe preguntón, y porque es una de esas personas “grandes” que no han perdido la inocencia de la niñez.


domingo, 5 de junio de 2011

Atrapado

Las horas pasan vacías y descoloridas dentro de este foso. Un eterno invierno se apodera de mí. Igual que mi linterna, necesito agitarme y moverme para conseguir tenues ráfagas de luz. Ya no pienso con claridad. Será el hambre que carcome mis entrañas o las cucarachas que todavía no digerí. Mi cuerpo está deshecho y yo no distingo la realidad. No sé cómo llegué a este profundo agujero. Tal vez caí o me tiraron. ¡Qué más da! No hay salida. Ni siquiera la muerte ha sido mi liberación.



viernes, 3 de junio de 2011

Maratón interminable

Este microrrelato ha sido publicado hoy en La Esfera Cultural.

Corre por las calles mirando hacia atrás a cada instante. Corre atropelladamente sin reparar mucho en los obstáculos urbanos ni en los transeúntes que pasan. Corre con el ritmo propio de un corazón acelerado, aunque pareciera que la música que resuena en sus auriculares le marcara el paso. Tejados, balcones, cornisas, nada se resiste a su frenético andar. Desafía al ascensor subiendo escalones de dos en dos hasta llegar a la azotea. Allí, de repente, algo cambia. Ese pánico que lo apremia a correr se convierte en resignación cuando toma conciencia de lo que debe hacer. Como si en ello se le fuese la vida, se dirige presuroso hacia el mar. Llega a la playa exánime, pero no disminuye su ritmo hasta que se adentra en el agua. Por fin, al amparo de las olas, se detiene. Entonces la bomba adosada a su cuerpo estalla.





jueves, 2 de junio de 2011

Ascenso

Dispuesta a quedarse, se sentó en el sillón del director y suspiró. Aquel amplio y luminoso despacho al fin sería suyo. Para llegar a la cumbre –pensó- no eran suficientes los años de estudio ni una entera dedicación al trabajo; había que echar mano de más armas. Su exquisita sonrisa era una de ellas, pero no servía para conquistar si no iba acompañada de promesas, y Carla era una mujer de palabra. Sus piernas largas y torneadas eran capaces de llevarla a cualquier sitio si vestían una mínima falda; sin embargo ella prefería los límites extensos y los altos vuelos. Sus finos tacones eran de gran ayuda para espolear a sus subordinados y pisar a los que iba dejando atrás, pero también era consciente de que le hacían perder el equilibrio. Por ello, para ocupar el lugar de su jefe, usaría un arma más efectiva: la que guardaba en el bolso.