Él se sentó sobre mí. Como me hallaba en un vasto desierto y no tenía
patas, me creí una piedra. Cuando él se incorporó, tras descansar un rato, y
sacudió con sus manos la fina arena que me envolvía, descubrí con asombro que
yo era un cofre. Entonces, al ver sus denodados intentos por abrirme, comprendí
que lo valioso se encontraba en mi interior, y que allí escondía un tesoro.
Este microrrelato ha participado en el
I Concurso de Microrrelatos "Pluma, tinta y papel"
organizado por Diversidad Literaria,
y ha sido seleccionado, junto a otros micros participantes,
para su publicación en papel.
Hay algo heroico en este escrito, Sara. Su gozo,pero más aún su secreto, contagia sin rodeos al lector. ¿ Por qué le damos a la tierra, llanto seco del polvo, lo que no es suyo y se la quitamos a los hombres ?
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Ese secreto que es el de todos. ¿Puede un cofre ser consciente de sí mismo y del tesoro que guarda en su interior?
EliminarUn fuerte abrazo.
Original micro Sara. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias, Rosa.
EliminarUn beso.
¡Cuánto me alegro!
ResponderEliminarEl relato es la definición de lo que guardamos dentro, ese tesoro que solo él o ella conocen...
Besicos, vecina.
Sí, Cabopá. Pretende ser una sutil ironía de hasta que punto ignoramos lo más obvio, lo que somos, lo que tenemos...
EliminarUn abrazo.
Sara, ¡Enhorabuena por la publicación! Siempre se agradece la utilización del recurso literario de personalizar los objetos, y este cofre es un tesoro.
ResponderEliminarDisfruta del premio.
Besos.
Gracias, Nicolás.
EliminarUn abrazo.
Me encanta cuando hablan las cosas. Y si es un cofre con un interior precioso ...mucho más todavía. Es muy bonito.
ResponderEliminar¿Mandaste uno o dos?, lo digo porque aparece mi nombre entre los seleccionados pero creo que envié dos micros tal y como permitían las bases. Y no sé cuál de los dos habrá sido seleccionado.
¡Felicidades Sarita!, creo que compartiremos un precioso lomo que nos hablará cada vez que abramos sus páginas. ¡¡Yupi!!. Recibe cien besos escondidos en tu cofre. no tienes más que abrirlo.
Te confieso Laura que yo también envié dos. Y como no sé si ha sido seleccionado este, el otro o ambos -ni sé bien a quién preguntar- he optado por publicar este, ya que es inédito. El otro lo podréis leer mañana en El Microrrelatista.
EliminarCuando he visto tu nombre en la lista me puse muy feliz. Y he reconocido allí un par de nombres más...
Abrazos.
Sara, superoriginal e inteligente mecanismo ideado para reflejar la personalidad de tu personaje: mirándose en el espejo ajeno.
ResponderEliminarEmoconalmente profundo, psicológicamente significativo, argumentalmente simbólico, formalmente...
Está lleno de "mente" tu excelente relato.
No es de extrañar que haya sido reconocido y seleccionado por un jurado.
Un beso rodeado de abrazo (como en un cofre).
Interesante tu análisis. Y es que parece que necesitamos mirarnos en el espejo ajeno para reconocer nuestra valía...
EliminarGracias, Petra. Eres un "tesoro" :-)
Un abrazo.
A estas alturas ya no me sorprende que cualquiera de tus micros obtenga un premio, una mención o un reconocimiento. Nena, tú vales mucho. Más que el contenido de ese cofre :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias linda por tus palabras. El mejor premio es saber que me leéis día a día.
EliminarBesos.
Precioso micro Sara, y es que normalmente el tesoro está en el interior. Enhorabuena por su selección para ser publicado. Gracias por tu visita y tus ánimos.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo,
Gracias, Yashira. Espero que esteis bien tú y tu familia. Un abrazo.
EliminarQué gran micro. Más que un micro es un cuento educativo, asi lo veo yo. Se lo daré a leer a Jimena, ya te contaré.
ResponderEliminarUn besote dorado como monedas de un cofre.
Qué bien, me encantará saber como lo ve con sus ojos de niña. Los niños no son como nosotros que todo lo escondemos: ellos son un cofre abierto...
EliminarUn beso.
Es un micro genial.
ResponderEliminarVamos descubriendo la historia y al protagonista al mismo tiempo que él lo hace...
Pero sobre todo me gusta... a ver, cómo te lo diría:
ME GUSTA TODO.
Y además mucho.
Un abrazo Sara.
Me alegra mucho que te guste, Ximo. Yo, como el cofre, iba descubriendo la historia mientras la escribía, fue toda una revelación :-)
EliminarUn abrazo.
Como siempre, geniales tus palabras... Me encantó el micro y lo interpreté como una analogía de lo que muchas veces nos sucede cuando no somos conscientes de nuestro propio valor y necesitamos algún factor externo que nos haga reaccionar. Sería maravilloso que siempre pudiéramos tener presente el valor que tenemos y el tesoro que representamos. Saludos desde el oeste de Argentina =)
ResponderEliminarEso es, Ana, que creemos que nuestro valor viene dado solo por lo importante que podemos ser para los demás. Como dices, sería maravilloso que pudiéramos ser conscientes siempre de lo que somos.
EliminarUn abrazo fuerte.
Muy original Sara. Felicidades.
ResponderEliminarGracias, Yolanda. Besos.
EliminarEnhorabuena, Sara. Original micro para desvelarnos que lo importante está en el interior. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesitos
Enhorabuena por la publicación.
ResponderEliminarEl relato muestra como somos en función de los demás, o así lo veo yo.
Enhorabuena, Sara. No es tan fácil utilizar la metáfora de un modo tan efectivo, con la sencillez como aliada. Tiene un gran encanto.
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