Haikus encadenados
Croar maldito;
en las noches sin luna
nadie en la charca.
Mas en las siestas,
con el sol destellando,
sobran visitas.
Mil cascabeles
en las tardes de estío,
niño y chicharra.
Pies
encharcados;
chaval y renacuajo
estrechan manos.
Verde y viscoso;
grande, carnoso y rosa
se reconocen.
Bajo la lupa
primeras
disecciones,
futuras culpas.
Experimento
de amistad entre especies
que no funciona.
Solo uno menos
entre tantos batracios
pero se nota.
Saltos anfibios;
de piedra en piedra huyen
todas las ranas.
Junto al nenúfar,
agua de verde espuma
fluye y se estanca.
Como fanática que soy del universo haiku puedes imaginar cómo me has hecho disfrutar.
ResponderEliminarUn abrazo
Bea
Me alegra que te haya gustado, Beatriz. Me ha resultado un poco difícil encadenar los haikus sin que pierda cada uno su individualidad, su momento presente y único. Como diapositivas que se suceden...
EliminarUn abrazo.
Imagino la dificultad, sí, pero la has resuelto de maravilla. Fluyen solos.
EliminarVoy a grabar un audio con aplausos y ponerte aquí el enlace.
ResponderEliminarBien, aquí me quedo a escucharte. Pero con un oído jajaja, que el otro lo tengo recién operado :-)
EliminarAbrazos, Miguel Ángel. Y gracias por tu visita y por tus comentarios, por estar atento a mis publicaciones. Que últimamente no son tan frecuentes como antes. Poco a poco volveré a coger el ritmo :-)
Tampoco mis visitas tan puntuales, la vida esa en la que toca ganarse el sustento :-)
EliminarVueltos a leer, vueltos a disfrutar. Como comenté en "El Edén..." la primera vez que los leí, contienen una historia que me gustó mucho, y que me hizo recordar aventuras infantiles de muy pibe, jugando con amigos a los exploradores de los montes (gracias por el recuerdo). De chico leí "Las aventuras de Tom Sawyer" y tus haikus me trajeron, también, el recuerdo esa novela...
ResponderEliminarAgradezco especialmente tu enorme generosidad al aportarnos bibliografía especializada y conocimientos personales sobre los haikus, ambos ítems fundamentales para seguir aprendiendo en esto que tanto nos gusta que es escribir :).
¡Saludos!
Una historia muy simple, en un entorno natural. Ranas y niños se dan la mano :-)
EliminarGracias a vosotros, Juan. Ha sido un placer participar en vuestra propuesta.
Que no todo van a ser microrrelatos. Buenos haikus claro que sí.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Claro que sí, David. Es bueno variar un poco.
EliminarAbrazos.
Encadenado perfecto. Me dejaste con la boca abierta. Muy buenos haikús, rodando hasta formar un tobogán de armonía sobre un estanque cuajado de anfibios.
ResponderEliminarUn abrazo y que pases un domingo muy feliz.
Un estanque donde las ranas huyen y con razón. No todo experimento de amistad entre especies funciona jaja.
EliminarGracias, Albada. Un abrazo.