Forjan de cuervos mi
vientre, de gorriones mi pelo, de jilgueros mi corazón. Águilas extenuadas sitúan
donde mis brazos al viento. Garras prensiles e hirientes en lugar de mis pies.
Y en el instante mismo en que mi pico de buitre les devora los ojos, esa última
parte humana de mí asiste sin pestañear al espectáculo.
Inspirado en esta ilustración de Adam S. Doyle .
Este texto participa en los Viernes creativos,
de Escribe fino, el blog de Fernando Vicente.
Escalofriante, con tanta poesía como crueldad.
ResponderEliminar