Con este microrrelato participo en agosto en el IV Certamen de Relato Corto
Podéis leerlo publicado aquí.
Esa noche nadie reparaba en nosotros, ni
siquiera la luna llena, parapetada detrás de los rascacielos más lujosos de la
ciudad. El tipo apareció de repente en el callejón oscuro y mugriento donde
Cinthia y yo compartíamos la última dosis. Parecía salido de una película de
los años cincuenta, con esa cazadora negra de cuero y el tupé engominado que coronaba
su cabeza. No le faltaba arrogancia en el porte ni en la mueca sobrada de su
cara. Sus ojos castaños me resultaban familiares. Y esas orejas separadas, la
intensa arruga del entrecejo, el taconeo nervioso del pie izquierdo, que era el
mío… Cinthia se desplomó en el suelo, los ojos abiertos, la mirada perdida.
Alucinando, quizás, con sus propios fantasmas.
lustración del mes para el Certamen
obra de Juan Luis López
Muy bueno. Feliz fin de semana.
ResponderEliminarGracias, Maruja. Feliz fin de semana también para ti.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bien llevado. Suerte.
ResponderEliminarGracias, Miguel Ángel. Suerte también para ti.
EliminarUn abrazo.