En el mes de junio, el tema es: En el espejo... En homenaje a Alicia, de Lewis Carroll.
Aquí podéis leer publicada mi aportación.
Tras comprobar que no hay nadie a la
vista, Matías se cuela sigiloso en la habitación de sus padres y se para frente
al enorme espejo que hay detrás de la puerta del armario. “¡Soy el rey de los
piratas!” exclama. “¡Soy el rey de los piratas!” sentencia una voz carrasposa,
y en su reflejo aparece un hombretón tuerto con casaca de terciopelo negro,
camisa entreabierta y un ancho fajín para las dagas. “¡Soy el terror de los
mares!” pregona el niño. “¡Soy el terror de los mares!” oye decir a ese que,
con gesto hosco y aguerridas maneras, blande desde el espejo la espada. “¡Soy
el más alto y fornido!” declara el pequeño Matías, y frente a él asoma un
pirata robusto y musculoso. “¡Soy el más alto y fornido!” repite el periquito
que viene a posarse en su hombro para verse, majestuoso y gigante, como un
guacamayo rojo.
Este relato ha estado entre los relatos mencionados del mes de junio en el Certamen.
Voy para allá, Sara.
ResponderEliminarCreo ver un pirata por aquí ¿no?
Besos
Sí, sí. Un pirata se ha colado en el espejo :-)
EliminarUn abrazo, Petra.
Intento acercarme hasta allí.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias Pedro por seguir el enlace :-)
EliminarUn abrazo.
Sara, ¡qué bonito final! Tras esas escenas del niño ante el espejo donde la magia domina, todo se resuelve con un toque de realidad que lo torna todo aún más mágico.
ResponderEliminar¡Felicidades y suerte para el concurso!
Besos.
Tú lo has dicho, es en la realidad donde se acrecienta la magia.
EliminarUn abrazo, Nicolás.
Ya me acerqué allí y te dejé mi comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, lo he visto, Yashira. Ahí, en los espejos de toda la vida -los que nos han visto crecer- está la magia :-)
EliminarUn beso.
Que tierno y bonito relato, espero que tengas mucha suerte. ahora paso por alli par adejar mi comentario.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias Nani por ambos comentarios.
EliminarUn abrazo.
Buen relato y buena propuesta para este mes. Los espejos dan bastante juego, tanto que yo tengo mi el portal de mi casa repleto de ellos, mi mujer y mi niña nunca quieren salir de alli mirandose y remirandose.
ResponderEliminarAhora paso por el blog de ENTC a comentarte algo.
Un saludo.
No sé lo que tienen los espejos que atrapan tanto :-)
EliminarUn abrazo.
Es MUY tierno, Sara, y un ejemplo de lo que puedes hacer en pocas palabras.
ResponderEliminarUn beso.
HD
Gracias, Humberto.
EliminarUn fuerte abrazo.
El lorito no puede faltar en una de piratas. De hecho, en la ilustración original había dibujado un loro posado en el hombro del niño, pero lo borré para que no adelantara el final del cuento :-)
ResponderEliminarUn abrazo, Diego.
Allá voy a comentarte.
ResponderEliminarLo que hacen los espejos de la imaginación, nos trasladaste a la infancia y a sus juegos tan reales como la vida. El detalle del periquito convertido en guacamayo es genial. ¡Enhorabuena por ser finalista en esta noche te cuento!
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