¡Ay, por qué nunca!Abrazos
Eso sí que es simplificarlo. Un quejido básico, de los que salen del alma. Un abrazo.
Si le alcanzásemos,¿Perseguiríamos otros horizontes?...Besos desde el aire
¿Qué sería de nosotros si no tuviéramos nada que perseguir?Un abrazo, Rosa.
Déjalo Sara, que seguro que si lo alcanzamos lo acabariamos despreciando como a muchas otras cosas en este mundo. Un saludo.
Es verdad. Así, inalcanzable, el horizonte continuará idealizado y tan ansiado siempre. Un beso.
Excelente, Sara.¡Saludos!
Gracias, Juan.Un saludo.
Porque lo importante es el camino.
Eso mismo. Pero ese es otro poema :-)Un abrazo.
Gracias por dejar tus comentarios.
¡Ay,
ResponderEliminarpor qué
nunca!
Abrazos
Eso sí que es simplificarlo. Un quejido básico, de los que salen del alma.
EliminarUn abrazo.
Si le alcanzásemos,¿Perseguiríamos otros horizontes?...
ResponderEliminarBesos desde el aire
¿Qué sería de nosotros si no tuviéramos nada que perseguir?
EliminarUn abrazo, Rosa.
Déjalo Sara, que seguro que si lo alcanzamos lo acabariamos despreciando como a muchas otras cosas en este mundo.
ResponderEliminarUn saludo.
Es verdad. Así, inalcanzable, el horizonte continuará idealizado y tan ansiado siempre.
EliminarUn beso.
Excelente, Sara.
ResponderEliminar¡Saludos!
Gracias, Juan.
EliminarUn saludo.
Porque lo importante es el camino.
ResponderEliminarEso mismo. Pero ese es otro poema :-)
EliminarUn abrazo.