Te echaba de menos. Me senté en el bordillo de la nube y
miré hacia abajo. En aquella gran pizarra de asfalto todo parecía tan denso y gris…
salvo unos pocos guijarros contiguos que refulgían con una luz especial. Después de contemplarlos un buen rato descubrí
que uniéndolos con una tiza imaginaria, formaban la constelación de “La Mamá”.
Cuánto deseé entonces que te tumbaras allí en
mi regazo para poder abrazarte.
Pinchad en la imagen para ver el vídeo
Sara, tú estás hecha para los viernes creativos. Siempre con tanta dulzura. Me encanta leerte y ya sabes que te añoro cuando faltas.
ResponderEliminarUn abrazo de nube
Gracias Anita por tus palabras. Digo lo mismo de tus textos.
ResponderEliminarNo siempre logro llegar a tiempo para escribir en viernes, pero me encanta participar. Quizás porque las imágenes son siempre muy inspiradoras.
Un abrazo.
Cuánta ternura Sara, un cuento de altura.
ResponderEliminarun beso
Gracias, Paloma. Ya sea mirando desde abajo o desde arriba, siempre lo que queremos se nos antoja tan lejos...
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado esa nueva constelación, Sara.
ResponderEliminarUn viernes o sábado o domingo... muy creativo y tierno.
Abrazosss
Es verdad, no importa el día, lo importante es escribir :-)
EliminarUn abrazo, Petra.
Cuánta ternura en tus palabras!! Precioso.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Al lado de la palabra ternura, en los ejemplos, deberían poner ésto.
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