miércoles, 29 de enero de 2014

Franqueza

Algunas veces preferiría mentir y no mostrarme tal como soy, pero nadie me cree: hay algo en mí que me delata. Tal vez sea ese fulgor que torna púrpura mis ojos, el carraspeo de mi ávida garganta o ese chirrido de mis dientes acomodándose. No lo sé. El caso es que cuando digo la verdad es peor, porque ellos ya no tienen tiempo de escapar.   


8 comentarios:

  1. Mentir, siempre. También mienten ellos cuando fingen que se dejan atrapar.
    Abrazos, siempre

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    1. Mentir, a veces, es la mejor forma de que aflore la verdad.
      Gracias, Amando. Un abrazo.

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  2. Sí, para mí que hay un par de cosillas que le delatan, vamos, que da igual que sea franco o no, que sólo los MUY despistados necesitan que les cuenten algunas cosas que, por lo que cuentas, entran por los ojos.
    (no sé como haces lo de escribir y dibujar, purito misterio)

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    1. Pues desdoblando mi creatividad un poquito para un lado y un poquito para el otro, Luisa :-)
      Un abrazo.

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    1. Aunque puede que al protagonista no le sirva mucho la piedad si no logra controlar su naturaleza ;.)
      Un abrazo, Miguel Ángel.

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  4. Me gusta tu blog. Pasare a menudo a saludarte. Feliz domingo.

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  5. Fuente de inspiración sin dudas. Buenas artes en el manejo de las letras breves. Una maestra.

    Un abrazo

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