Ansiaba ser políglota de los lenguajes íntimos humanos y por ello inventó un traductor de sentimientos. Hilando harapos de emociones entretejidas con metal, se cosió un chaleco que cubriese su corazón. El contacto hizo vibrar sus conexiones con sensaciones inusuales para él, intensas, extremas. Un bombeo incesante del núcleo descompuso sus circuitos; lloró lágrimas de aceite y alegría. Se sintió tan débil e indefenso que tuvo que refugiarse en su parte humana; ella era más fuerte, estaba curtida en esas batallas.
Precioso micro, Sara. Te valés de la ciencia ficción para decir una gran verdad (como corresponde al género), nuestros sentimientos nos definen.
ResponderEliminarUn abrazo.
A todo hombre le ha tocado en suerte una mujer que no lo querrá, aunque utilice todo el talento que Dios le ha dado...
ResponderEliminarLa fortaleza de unos es la debilidad de otros. A un robot puede que las emociones lo debiliten pero yo soy de las que creen que un ser humano se fortalece con ellas.
ResponderEliminarGracias Patricia y Amigo mortal por vuestros comentarios.
Abrazos fuertes.
Debe ser horrible para un robot vérselas con las emociones y los sentimientos, por fortuna tenía una parte humana.
ResponderEliminarMe ha gustado tu ciencia-ficción Sara.
Un saludo
Hay una coherencia fundamental en tu personaje: la mecanica es ciencia, razon,logica... y los sentimientos no responden a ninguna de esas disciplinas, lo que le supone la imposibilidad de funcionar con unos codigos tan variables...
ResponderEliminar(perodonad los acentos, mi teclado se ha vuelto loco y no me los marca... y para eso tampoco encuentro la logica, auqnue la tendra...)
Buen texto, Sara. Sigue siendo un placer leerte.
ResponderEliminarAbrazos,
P
Me alegro que os haya gustado mi "ciber-hombre" que se reinventa a sí mismo. Mañana publico la segunda entrega (ciber-hombre 2, como las pelis)
ResponderEliminarGracias Ángeles, Juanxxi y Pablo por leerme y darme vuestras opiniones sobre el texto.
Abrazos fuertes.
Como viene siendo habitual, un texto impecable, Sara.
ResponderEliminarUn beso.
Lo original siempre es más poderoso.
ResponderEliminarBesos.
La gran ventaja del ser humano es su inteligencia y entre otras cosas es capaz de adelantarse a los acontecimientos y así protegerse de los mismos. Tiene su lado bueno que es el goce y el malo que es un sufrimiento extremo. En ambos casos preferible a la indiferencia del sin sentir.
ResponderEliminares normal la elección gran micro...y megusta el dibujo, hace no mucho intenté dibujar un robot...no supe...
ResponderEliminarMe ha encantado Sara. Yo creo que ese robot, al final, se hace humano. Un beso.
ResponderEliminarEl problema no es si podremos construir un robot capaz de pensar y sentir, el problema es a qué hemos reducido el concepto de pensamiento y de sentimiento desde que nos hemos propuesto semejante empresa...
ResponderEliminarUn beso, Sara.
Excelente escrito el de incertidumbre. Prefiero guardar silencio en señal de admiración.
Leo y releo este micro cada día.
ResponderEliminarUn beso.