jueves, 31 de marzo de 2011

El loco


  -La vida es un devenir entre albores y ocasos –sentencia el perro mientras hace un alto en el camino.
  -Entonces la muerte ha de ser la inmovilidad bajo este ardiente sol del mediodía –responde el loco, y continúa caminando.

  La extraña pareja de trashumantes recorre así el vasto mundo, unas veces dialogando como maestro y discípulo y otras veces, como fieles amigos compartiendo palabras.





3 comentarios:

  1. Tienes un don natural : Sabes describir con viveza gracias a una descomunal capacidad de observación y encantas a los lectores. De estos algunos comentan: pues no me había fijado. Dicho de otro modo, cuando se ha observado bien, no falta la expresión. Las cosas, o sea, la vida, todo es presencia...Nadie es más solitario que aquel que habla con su perro...
    Canetti nos confesaba que iba a lugares públicos y se mezclaba con la gente para observar sus reacciones, su conducta, su modo y tono de hablar. " Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza de un hombre : no todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido - nos dejó escrito - ". O " algunas personas poseen cualidades sencillas por las que uno estaría dispuesto a vender el alma ". Aprovecha esa cualidad, Sara.

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  2. Cuando observaba el dibujo del loco para escribir sobre él, me sugirió enseguida que era una especie de "Diógenes" y entonces me vino a la mente ese diálogo, ya que su perro no tenía más remedio que ser partícipe en sus debates "filosóficos".
    Observar, escuchar y escribir sin pensar demasiado, sin saber a dónde te lleva cada palabra es bastante arriesgado, a veces el lector no te entiende...
    Muchas gracias, Amigo mortal, por tus palabras y por leer siempre tan profundamente mis textos.

    Un abrazo.

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  3. " ¡ Apártate de mi sol !, le dijo Diógenes a Alejandro. Diógenes desafía al poder porque opina que lo importante está en otra parte... La verdadera fuerza procede del propio sol y no de una de sus pálidas metamorfosis humanas.
    ¿ Qué queda hoy del Diógenes de la Antigüedad ?
    ¿ Quién ha ocupado el lugar de aquel ser original y solitario que no necesitaba a nadie, ni nadie lo quería porque ofendía a todos lo que rozaba con su mirada desenmascarándolos brutalmente ? ¿ El misántropo ? ¿ El loco que, sin olvidar a la naturaleza y al sol, antepone el camino a su hambre, a la muerte que es parar, detenerse...?

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