(Show must go on)
No quiero esta calma que asesina misterios y enredos sobre el escenario decorado de actores que miran al público aplaudir frenético cuando baja el telón, y vuelta al camerino a contemplar cómo se esfuma el personaje al quitar el maquillaje y ser otra vez yo.
Sara, me gusta el relato, pero lo que mas me impresiona es el dibujo, esa máscara, que para mi representa los convencionalismos, las normas, el parecer.Porque al final, en cada día de nuestra vida, sin quererlo, sin pretenderlo, hacemos mas de lo que queremos hacer, decimos más de lo que sentimos, jugamos con la verdad y aceptamos el papel de protagonistas, de secundarios o de meros figurantes, que la vida, que la “sociedad”, en cada momento, nos otorga. Puede que tu personaje se quite la careta, el maquillaje, se libere de abalorios, de artificios, y sea realmente libre, será su ultima función porque ha decidido no representar mas, ser sólo el mismo, con lo que ello representa. Disculpas por tanta reflexión, será que mañana me toca trabajar y mi mente esta nublada.
ResponderEliminarun abrazo fuerte.
Sólo quiero que sea literatura, tan buena literatura como ésta. Nada más.
ResponderEliminarEl trabajo de actor, como cualquier trabajo si no se hace con ilusión.... mal va la cosa. A veces no queda más remedio pero si se puede... mejor dejar esa tarea que nos quita la vida seguro.
ResponderEliminarUn saludo Sara, me gusto mucho.
Estoy de acuerdo con Xavier. Cada vez estoy más tiempo admirando tus dibujos que leyéndote, que también lo estoy. Éste es precioso.
ResponderEliminarEscribir sin un solo punto demuestra que estás en gran forma.
Blogsaludos
El actor suele esconder sus miedos, sus carencias, sus vergüenzas bajo la piel de los personajes que le toca representar. Así que cuando termina cada función se siente perdido.
ResponderEliminarHoy no sé si me gusta más la ilustración que el micro...
Un beso, Sara.
Me encanta el micro pero esta vez quiero pones énfasis en la ilustración: ME HA CAUTIVADO.
ResponderEliminarEnhorabuena por este trabajo, Sara.
Besos admirados
Hola Xavier. A veces las máscaras están tan pegadas a la piel, son parte tan importante de la personalidad, que cuesta quitarlas. Como le pasa a este actor.
ResponderEliminarMuchas gracias Amando por tus palabras.
Nicolás. El actor no quiere la calma que sobreviene a la última función. No quiere que se esfume su personaje y volver a ser él mismo.
Hola, Adivín. Es lo que tienen las máscaras: que te atrapan y no puedes dejar de mirarlas.
Es un texto escrito en un suspiro (para leer sin respirar :)
MJ: Es eso lo que le pasa a este actor.
Y lo que pasa cuando presentas dos creaciones: que puede gustar una más que otra :)
Gracias, Patricia. Me alegra mucho que os guste este trabajo que tanto disfrute me reporta realizar.
Abrazos fuertes para todos.
La línea que separa a la persona del personaje no siempre está clara, y en más de una ocasión el personaje devora a la persona y ya es imposible separarlos. La vida es una comedia en dos actos: nacimiento y muerte. Ahí se baja el telón.
ResponderEliminarSaludos, Sara.
Dicen la mayoría de los actores que son unos grandes tímidos y que actuar les salva, creo que aquí lo has reflejado muy bien. Y que te puedo decir de la ilustración, una belleza, realmente espectacular.
ResponderEliminarBesitos
De vidas paralelas estamos hechos :((
ResponderEliminarMaravilloso.
Besazos enormes
El ritual de quitarme el maquillaje suelo hacerlo lentamente. No es facil abandonar el personaje. Buen texto.
ResponderEliminarSaludos.
Carísima amiga:
ResponderEliminarDicen que nuestro verdadero rostro es el de la muerte, deja de ser máscara en esa última función. En él todo lo que fuimos - y todo lo que quisimos ser y no pudimos ser - se muestra, al fin, desnudo, irrevocable y ya sin amenaza de cambio...
Un beso.
Óscar: Es verdad, a veces el propio rostro es una máscara y quitarla sería como arrancarse la piel.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Elysa. Sí, para algunos la actuación es un refugio donde transmutar la timidez.
Un beso.
Hola Dani: Vivimos muchas vidas en una, sí.
Un beso.
Hola Elise. Veo que tú sabes de maquillajes y máscaras. Gracias por tu comentario. Saludos.
Amigo mortal. Puede que nuestra gran máscara sea nuestro cuerpo y que, tras la muerte de este, perdure lo esencial.
Un abrazo.
El dibujo absorbe al micro. Las letras me cuentan una historia y la ilustración otra. ¿Reversos de la misma moneda?
ResponderEliminarTodos usamos máscara alguna vez y al quitárnosla desaparecemos...
ResponderEliminarFantástico dibujo Sara.
Besos desde el aire
Puede ser, Montse. Los textos e ilustraciones se complementan, como los contrarios.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Rosa. ¿No le habrá pasado eso que dices al hombre invisible?
Un beso.