Mi
lucha es inútil, dejo que la corriente me arrastre. Mis brazos flotan aferrados
a lo que debió ser un transporte al paraíso. Mis ojos dormidos ven imágenes
nubladas de locura. Mi boca escupe sal con cada nueva ola. Mis piernas rozan
unas enormes mandíbulas. Mi último recuerdo.
Qué bonito el mar y qué triste debe ser morir en él, luchando a brazo partido con un mar tan poderoso.
ResponderEliminarEl dibujo me ha dado una idea, imagínate utilizar una línea que deja espacios blancos que son el cuerpo...lo tengo en la cabeza a ver si soy capaz de pasarlo a papel.
Un abrazo!!!
Me gustaría acompañar un texto con tu dibujo en mi blog,si me lo permites claro^^
ResponderEliminarAh, un naúfrago que pronto dejará de serlo. Y de ser.
ResponderEliminarBello dibujo para un micro muy conmovedor.
Abrazos, Sara
Juanlu: Debe ser triste estar así, a merced de las olas y de todo lo que esconden en su interior.
ResponderEliminarAbrazos!
Byron: Claro que sí, encantada.
Un saludo.
Patricia: Lamentablemente pocos náufragos llegan a una isla...
Un beso.
Es un dibujo precioso... sin palabras me voy.
ResponderEliminarEse fin de mandibulas... puf.
ResponderEliminar¿Náufrago o comida? Como dirían en CSI, todo depende de qué murió.
Dibujo y micro impresionantes. Esas mandíbulas... qué horror. Un beso.
ResponderEliminarCuando uno tiene que luchar contra el mar y contra las mandíbulas, sólo queda apagar el recuerdo y contarlo en un microrrelato desde algún lugar de la nada.
ResponderEliminarMuy bueno, Sara.
Y dibujo sugerente. Alejado, por cierto, de lo que suelo verte por aquí.
Un abrazo.
Sara, tienes un micro mío para tu ilustración. A ver si te gusta, la acabo de publicar. Un beso.
ResponderEliminarGracias, Alberto. Un abrazo.
ResponderEliminarLuisa: Casi mejor, a mi parecer, es morir ahogado o deshidratado que ser triturado por unas enormes mandíbulas...
Saludos.
Mar: Tú si que sabes de maremotos, escualos y otros desastres que pueblan los microrrelatos :-)
Besos.
CDG: Me gustó la idea de plasmar las últimas palabras de un náufrago anónimo a la deriva en medio del océano.
Al náufrago sobre su tabla lo dibujé con rotring negro, como suelo hacer siempre. Luego lo escaneé, y pinté el mar ¡con el ratón en el programa Paint! se me quedó tiesa la muñeca, pero me quedé satisfecha con mi primera pintura "digital". Hay que ir evolucionando jaja.
Un abrazo.
Claro que lo he visto, Mar. Ya te he comentado lo mucho que me gustó. Gracias!!
Besos.
La sensación que causa el micro y la contemplación de tu dibujo creo que debe estar muy cerca de la realidad.
ResponderEliminarMuy bueno, Sara
Besitos
La ilustración tiene un realismo que acompaña estupendamente al duro texto.
ResponderEliminarAbrazos, Sara.
Uffffff Sara!!! mandibulas debajo de las olas...
ResponderEliminarPRECIOSO DIBUJO.
Te deseo unos días plagaditos de besos y risas.
Besos desde el aire
El mar es tan bello y tan terrible a la vez...
ResponderEliminarMe encanta tu ilustración Sara :)
Un abrazo
El dibujo me gusta, está muy conseguido. El relato, si lo relativizo, interpreto que es el paso más acertado ante un fracaso, dejarlo como recuerdo. Si es sobre la vida, descanse en paz.
ResponderEliminarElysa: Una realidad muy dura... Gracias por tu comentario. Un beso.
ResponderEliminarAbrazos para ti también, MJ.
Rosa: El peor final para un naufragio...
Gracias por tus buenos deseos. Lo mismo para ti. Besos.
Ximo: Todo en este mundo tiene sus dos caras, bello y terrible a la vez...
Besos.
Ximens: No lo había pensado así, como algo metafórico, y en ese caso le da un sentido más amplio que ese final a merced de las olas y las mandíbulas.
Saludos.
Un naúfrago con los segundos contados, dejará de serlo para convertirse en...un bocado, uff pobre hombre.
ResponderEliminarSaludos