La casa entera se desplomará
sobre ella como un castillo de naipes. Solo quedará el vacío inexorable de la
pérdida; lodo y pies descalzos bajo una lluvia de fotos para las que no hay
cobijo, y un goteo de comida que cae siempre lejos. La niña sobrevivirá,
dolorosamente, a la tragedia; también al cólera y a todo lo que venga después.
Y al siguiente año, cuando llegue la nueva temporada de tormentas, ella
afrontará la catástrofe con entereza y resignación. Ya no tendrá nada que
perder.
*La frase de inicio del texto debía ser "La casa entera se desplomará sobre ella".
Nada que perder, ni nada que ganar. Micro certero, de una crítica social desgarradora de los abandonados a su suerte.
ResponderEliminarCuando acabas de vivir una gran tragedia y una gran pérdida sientes que te inmunizas, como si fuera una vacuna que te prepara para afrontar lo que venga.
EliminarUn abrazo.
Explicar la catástrofe, desentrañar su sentido, es humanizarla. El nuevo huracán dejará de ser trágico por las mismas razones que hacen trágica la pérdida anterior...
ResponderEliminarUn abrazo, Sara.
Es tan difícil explicar una catástrofe como saber por qué a algunos les a pillado más fuerte que a otros, por qué a unos sí y a otros no...
EliminarUn abrazo.
Lo peor es que siempre caen las piedras sobre las mismas cabezas. Un micro muy visual Sara.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Sí, Rosa, eso es lo peor.
EliminarUn beso.
Sara, esplendido relato repleto de poesía. Y el que reflejas la dureza de la vida cuando lo golpea la naturaleza.
ResponderEliminarMuy bueno, un beso.
Cuando la naturaleza golpea no hay nada que hacer, salvo aceptar nuestra pequeñez...
EliminarBesos.
Cuando peor pinta, te das cuenta de que la fatalidad se asocia sin límites.
ResponderEliminarLa suerte suele cambiar cuando le pierdes el respeto y piensas...lo que tenga que venir, vendrá
Saludos
De los errores aprendemos a no repetirlos. De las tragedias aprendemos a aceptarlas. Si aprendemos el mensaje no tiene que volvernos a suceder...
EliminarUn saludo.
En este concurso, además de leer y disfrutar de todos los micros que participan, intento averiguar sus autores. Intuía que detrás del 'huracán' estaba tu pluma certera y afilada y no me equivoqué :-)
ResponderEliminarUn beso, Sara.
Yo por el contrario no acierto nunca jajaja.
EliminarGracias, MJ.
Un beso.
Qué bonito tu relato y qué cruda esa verdad, después de vivir una catástrofe semejante y perderlo todo, la vida tiene que verse de otra manera.
ResponderEliminarBesos Sara,
Todo se ve diferente, sí. La vida se valora más...
EliminarUn abrazo.
Aguantar cuando uno cree no poder ya. La naturaleza humana tiene un fondo que no se ve hasta que se llega. Precioso, Sara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre podemos dar y aguantar más de lo que pensamos...
EliminarUn abrazo.
Me gustó mucho este micro, desde que lo lei y todas las veces que lo releí, ahora que sé que es tuyo es como que todo encaja.
ResponderEliminarUn beso, Luisa.
Gracias, Luisa. Es lo que me sugirió esa frase de inicio. Ya tenía el título antes de escribir la historia...
EliminarUn abrazo.
Un relato de realidades crudas y entereza. Me gustó.
ResponderEliminarLa realidad siempre suena más dura que una ficción de esas características.
EliminarUn abrazo.
Mientras haya vida, hay esperanza. Hay tantos lugares de donde la solución mejor es irse. Ojalá algún día logremos aportar una solución.
ResponderEliminarHay zonas que son siempre castigadas duramente por la naturaleza. La pena es que no todos tienen la opción de abandonarlas para irse a un lugar mejor...
EliminarUn saludo.
Y las desgracias se ceban con quienes menos recursos tienen. Como bien dices, suelen salir adelante. Y aunque no les quede nada y sepan que bienen tiempos incluso peores, no se rinden. Otros, vemos un drama en que se nos quema la comida.
ResponderEliminarUn beso Sara
Es increíble como logran salir adelante sin todos esos recursos que nosotros vemos imprescindibles para sobrevivir. Las comodidades nos ablandan :-)
EliminarUn beso.
Triste realidad que sufren muchos niños en muchos países. Tú cuentas esa realidad de esos niños obligados a crecer rápidamente con mucha poesía. Un beso.
ResponderEliminarEs un micro muy visual, Sara. Y también duro por lo que cuenta y esperanzador porque hablar de seguir adelante a pesar de perderlo todo.
ResponderEliminarBesitos