Y quizás fuera un hombre que había dejado de vivir cuando sus sueños se habían cumplido. Las ilusiones incumplidas son las que nos incitan a vivir. Besos, Amigo mortal.
Qué bonito has dibujado el ojo de color miel. Lástima que tu protagonista no viera dulce... Me ha encantado cómo has expresado la contradicción (miel-no dulce). Una frase llena de contenido, de sentimiento o falta de él.
Es que puede haber miel en los ojos, pero como no la haya en el corazón, malo. Hay gente que miente mejor con los ojos que con las palabras. Y luego están los políticos.
¿Como has reparado en mi fijación por los ojos? jajaja. No siempre hay una mirada golosa en los ojos miel, ni tampoco una mirada fría en los ojos azules... Besos, MJ.
Ya veo que en lo 'nano' consigues decir mucho, ¡enhorabuena!. Al menos, se me ocurre que tu protagonista, aunque tenga lo agrio por dentro, es una persona dulce para los demás; lo cual significa que es una gran persona, mira para otros y no para sí misma. ¡Esta persona me suena...! Besos y rosas
Hola, Luis. Una alegría verte otra vez por aquí. Una miel que puede endulzar a los demás pero no a uno mismo. No deja de ser triste. Besos y rosas también para ti.
Espléndido. En muy poco espacio das mucho que pensar. ¿No habrá algún resto de miel con que filtrar la vida por esos ojos? Quizá de afuera adentro aún funcione... Abrazos
Para ver dulce, hace falta un poquito más que color miel. Me gusta la multitud de pensamientos que suscitas con este micro y con esa lágrima de sabor...¿dulce? que derramas en el dibujo.
Me gusta eso de "ver dulce" ojalá las miradas estén siempre impregnadas de dulces imágenes...
ResponderEliminarEse ojo con lágrimas de miel que no de hiel es maravilloso...
Besicos, amiga
Ojalá, sí, que podamos ver, ser conscientes de lo bueno que tenemos.
EliminarBesos, Cabopá.
Quizá fuera un hombre que vivía de sus ilusiones incumplidas...
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo fuerte.
Y quizás fuera un hombre que había dejado de vivir cuando sus sueños se habían cumplido. Las ilusiones incumplidas son las que nos incitan a vivir.
EliminarBesos, Amigo mortal.
Qué bonito has dibujado el ojo de color miel. Lástima que tu protagonista no viera dulce...
ResponderEliminarMe ha encantado cómo has expresado la contradicción (miel-no dulce). Una frase llena de contenido, de sentimiento o falta de él.
Un beso, Sara.
Es una contradicción que tenga tanto bueno dentro y que no sepa proyectarlo hacia afuera...
EliminarUn beso, Petra.
Mirada amarga de unos ojos preciosos. Contradicción, paradoja, en tan solo nueve palabras. Genial, Sara, ese es el camino.
ResponderEliminarUn abrazo,
Fran.
Gracias, Fran.
EliminarUn abrazo.
Es que puede haber miel en los ojos, pero como no la haya en el corazón, malo. Hay gente que miente mejor con los ojos que con las palabras. Y luego están los políticos.
ResponderEliminarUn abrazo, Sara.
Es eso, Miguelángel. Como dijo El Principito, hay que mirar con el corazón.
EliminarUn abrazo.
Comparto tu 'fijación' por los ojos. Y estos de miel son preciosos, pero nada más que eso.
ResponderEliminarBesos de miel, Sara.
¿Como has reparado en mi fijación por los ojos? jajaja.
EliminarNo siempre hay una mirada golosa en los ojos miel, ni tampoco una mirada fría en los ojos azules...
Besos, MJ.
No lo recuerdas, pero me lo dijiste tú misma cuando me regalaste unos ojos para que les dedicara un palíndromo :-)
EliminarUn besote.
Por los ojos nos entra la vida, pero los hechos que percibimos no son como son sino como nosotros los vemos. Gran nano, como siempre. Un beso.
ResponderEliminarA veces me pregunto si la realidad existe fuera del ojo que la ve.
EliminarGracias, Mar. Un abrazo.
Que deje pasar algo de tiempo sin desanimarse, ya su miel contagiará el sitio y las personas que lo rodean...
ResponderEliminarPrecioso nano, Sara!
Seguro que sí, Patricia, que solo es un dolor pasajero. El tiempo, dicen, todo lo cura.
EliminarBesos.
Pueden ser de un hermoso color miel y saber a hiel.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Pueden ser dulces y no saber (en ambos sentidos de la palabra).
EliminarUn beso, Rosa.
Ya veo que en lo 'nano' consigues decir mucho, ¡enhorabuena!. Al menos, se me ocurre que tu protagonista, aunque tenga lo agrio por dentro, es una persona dulce para los demás; lo cual significa que es una gran persona, mira para otros y no para sí misma. ¡Esta persona me suena...!
ResponderEliminarBesos y rosas
Hola, Luis. Una alegría verte otra vez por aquí.
EliminarUna miel que puede endulzar a los demás pero no a uno mismo. No deja de ser triste.
Besos y rosas también para ti.
Aunque exista miel en sus ojos, si no está en su corazón de poco sirve. ¡Un gran nano, Sara!
ResponderEliminarBesitos
Gracias Elysa por pasar siempre por aquí. Un fuerte abrazo.
EliminarEspléndido. En muy poco espacio das mucho que pensar. ¿No habrá algún resto de miel con que filtrar la vida por esos ojos? Quizá de afuera adentro aún funcione...
ResponderEliminarAbrazos
Me gusta lo de filtrar la vida de afuera hacia adentro. En eso ayudan los buenos amigos, la familia, el amor...
EliminarUn abrazo, Susana.
Unos ojos color miel que pueden ser peligrosos, ¿de qué será esa lágrima entonces?
ResponderEliminarUn beso.
HD
La lágrima será de miel desperdiciada, dulzura que se escapa sin ser compartida...
EliminarUn beso, Humberto.
Para ver dulce, hace falta un poquito más que color miel.
ResponderEliminarMe gusta la multitud de pensamientos que suscitas con este micro y con esa lágrima de sabor...¿dulce? que derramas en el dibujo.
Felicidades Sara.
Esa es la idea de los nanos, que susciten múltiples ideas. Me alegra haberlo conseguido.
EliminarGracias, Laura. Un beso.
¡Uau!
ResponderEliminarGenial, me ha encantado este nanorelato ilustrado, Sara :)
Besos.
Entonces tienen que enseñarla a mirar.
ResponderEliminarCon miel en los ojos no podía ver. La pegosidad de la misma le impedía abrirlos hasta que un oso goloso se los lamió.
ResponderEliminarUn dulce besote