Han de saber las ranas que con croar no basta. En nuestras carnes tenemos las pruebas, que por mucho que nos manifestemos y protestemos... nos siguen torturando y diseccionando :( Me apunto a la revolución anfibia Un besote
Sara, ya te he dejado mi comentario en la charca, pero aquí también te digo que me dejaste intrigada, me encantaría saber cómo se organizan esas ranitas y llevan a cabo su venganza.
Sara, que yo eso que hacían los críos de pequeños con las ranitas lo llevo muy mal ...así que ¡viva la rebelión en las charcas!.
Es una preciosa historia de "batracios" y "gente con zapatos caros". Te felicito porque le encuentro ese toque mediático y actual, que durante estos meses ... se publica en la red. ;)
Sara, bonito y tierno microrrelato para la Charca.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Besos.
Gracias, Nico. Un beso.
EliminarDe allí vengo, "vengadora de ranas". ¿Quién sabe lo que han pensado hacer? Intrigada me has dejado.
ResponderEliminarUn besoooo
Me conformo con pensar que les han dado un buen escarmiento.
EliminarNo tengo muy buena cobertura pero vengo de leerte...¡por fin!
ResponderEliminarBesicos salados.
Me alegra que te tomes un tiempito desde tu mar para leerme.
EliminarUn abrazo.
Para allá voy!
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte por la charca!
EliminarBesos.
Han de saber las ranas que con croar no basta. En nuestras carnes tenemos las pruebas, que por mucho que nos manifestemos y protestemos... nos siguen torturando y diseccionando :(
ResponderEliminarMe apunto a la revolución anfibia
Un besote
Me temo que esa revolución anfibia será más que un croar unánime :-)
EliminarOtro beso para ti, Cormorán.
Vamos a ver cómo las ranas se coordinan. Me ha gustado SAra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro que se mandan un sms para quedar jaja.
EliminarBesos, Albada.
Menudas, las ranas!! Las van a oír esos niños de papá!! Vaya si las van a oír!!
ResponderEliminarUn abrazo
Las oirán, seguro. Y nunca más volverán a aprovecharse de ellas.
EliminarEso, en un mundo utópico :-)
Un abrazo, Miguelángel.
Sara, ya te he dejado mi comentario en la charca, pero aquí también te digo que me dejaste intrigada, me encantaría saber cómo se organizan esas ranitas y llevan a cabo su venganza.
ResponderEliminarBesos desde mi mar.
He dejado esa intriga abierta, para que cada uno la complete con su imaginación.
EliminarBesos, Yashira.
Sara, que yo eso que hacían los críos de pequeños con las ranitas lo llevo muy mal ...así que ¡viva la rebelión en las charcas!.
ResponderEliminarEs una preciosa historia de "batracios" y "gente con zapatos caros".
Te felicito porque le encuentro ese toque mediático y actual, que durante estos meses ... se publica en la red. ;)
Besos
Es increíble como todos los textos cobran un sentido diferente cuando se leen bajo el filtro de la actualidad. Nada puede escapar de él.
EliminarUn abrazo, Laura.
Me encamino allá a leer y comentar.
ResponderEliminarMuy buena esa rebelión, unidas es como conseguiran sobrevivir. Me gustó mucho, Sara.
ResponderEliminarBesitos