Estas son mis aportaciones al Vendaval de Microrrelatos:
Un
alud desenfrenado envolvió nuestros cuerpos; nos revolcamos y rodamos hasta caer atrapados hondamente en su
interior. Nada pudo redimirnos —amantes desbocados sin salida—. Conservamos el
calor de la pasión hasta que su boca helada dejó de sentir mis besos y yo dejé
de sentir mis labios. Congelados en el tiempo —y unidos en un perpetuo abrazo— yacemos
juntos bajo este manto de nieve.
Y también he participado en esta ilustración:
Un enfoque muy romántico de la muerte, Sara. Una avalancha de sentimiento que permenece congelada para la posteridad. Como tu árbol gigante, que se eleva lleno de color atravesando el verde que lo rodea (¡otro dibujo lleno de personalidad!: me gusta especialmente esa especie de laberinto en torno a un corazón de oro).
ResponderEliminarDos buenos soplos
Besos
No deja de ser muerte, pero al menos, como dices, es romántica.
EliminarLa ilustración es una representación (bastante personal :-) del árbol de la vida kabalista.
Gracias, Petra por tus comentarios.
Un abrazo.
A pesar del frío que envuelve el micro, está cargado de calidez y poesía. El árbol de la vida es muy bonito, en el blog de "Vendaval", no lo he podido ver.
ResponderEliminarBesicos muchos.
La calidez la ponen los cuerpos y los sentimientos. ¿Algo de eso perdurará después de la muerte?
EliminarEn el blog del vendaval, no sé por qué, hoy no se ven algunas imágenes. Gracias por pasar por aquí para ver la ilustración.
Un abrazo.
Te comento allí.
ResponderEliminarAllí te comenté.
ResponderEliminarGracias Miguelángel por dejar allí tus comentarios.
EliminarUn abrazo.
Excelente micro, Sara.
ResponderEliminarCon tus letras atravesás la pantalla y nos transmitís, de ideal manera, los sentimientos y vivencias de los protagonistas de tus historias. Como me sucedió con "Avalancha".
¡Saludos!
Ya me estoy imaginando a mis letras revoloteando libres por ahí, contentas de traspasar por fin la pantalla del ordenador. ¡Y yo también me pongo feliz!
EliminarGracias Juan.
Un abrazo.
Sara, un historia de amor con final no diré que trágico, pues morir abrazado a la persona amada, aunque suene cursi, debe ser precioso, aunque claro si puede ser a la vejez y muy vejez, mejor que mejor.
ResponderEliminarBuenos soplos.
Besos.
Es verdad, Nicolás, cuando más tarde mejor :-)
EliminarUn abrazo.
Precioso relato Sara; si la muerte deja elegir maneras de encontrarnos, yo escogeria morir abrazado a mis seres queridos; aunque coincido con Nicolás, si puede ser que me visite lo mas tarde posible.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué literal nos sales de vez en cuando!
ResponderEliminarBesotes
Qué literal nos sales de vez en cuando!
ResponderEliminarGusta.
Besotes
Fantástico, Sara, mucha habilidad en tus letras. La ilustración es genial.
ResponderEliminar¡Saludos!