Dedicado a Pedro Peinado del blog: Lágrimas para cactus.
En este, como en cualquier otro
valle, los vientos se llevan los años junto a las hojas caducas, el agua
erosiona con lentitud las rocas y el ocaso trae consigo un sepulcral silencio
que afortunadamente se rompe, al renacer el día, por el crujido de los huesos
al crecer.
Esta maravillosa foto es obra de Earthquakeboy.
Estas hecha una poeta.
ResponderEliminarTiene el micro una cadencia tranquila. A veces se me cuela algo de poesía en la prosa. Aunque lejos estoy de ser poeta :-)
EliminarUn abrazo, Miguelángel.
Hay valles donde, al renacer el día, los huesos se quejan de artrosis. También son dignos de visitar.
ResponderEliminarSalud-os
Y esos valles nos quedan más cercanos de lo que quisiéramos :-)
EliminarSalud-os para ti, Amando.
Bonita imagen, Sara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tus textos siempre son inspiradores, Pedro.
EliminarUn abrazo.
Qué precioso, Sara. Me encanta el final. Yo también soy fan, seguidor y enamorado de las letras de Pedro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sus letras son un remanso, siempre suaves y a la vez gigantes.
EliminarGracias, Miguelángel.
Un beso.
Así me suenan a mí los dedos de los pies :-)
ResponderEliminarUn saludo, Diego.