miércoles, 18 de septiembre de 2013

Adiós

Un pañuelo ondea trémulo en tu mano. Te percibo efímero, volátil. Ya no te veo. Abandonaste mi habitación como un gato sigiloso y ahora me cuesta tanto tu ausencia, tu fuego extinguido; ese aroma a incienso que dejas cuando te apagas, cuando no estás. En esta soledad me atormento, me hundo y me fundo en la nada. Como tú, intento desaparecer; sin embargo, no consigo huir de mí.





10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Es lo que tienen los adioses, Miguelángel, que lo dejan a uno así, recreándose una y otra vez en ese momento.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Hermoso micro Sara. Relata una realidad, paradójicamente.

    ResponderEliminar
  3. Es un micro con mucho sentimiento. Felicidades me gustó mucho

    ResponderEliminar
  4. Sara, cuánto dolor y soledad despide este adiós, que tan bien has sabido ilustrar.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso quería transmitir, Nicolás. Gracias por tu visita.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. El pañuelo ondulaba un desconsuelo, pero uno verde de encaje asomaba de la chistera del mago de los relojes. Te lo guardo.

    Me ha gustado mucho. Un abrazo, Sara

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tus textos sí que llevan siempre un sentimiento profundo y poético.
      Gracias, Albada, por ese pañuelo verde que da más color a esta historia en sepia.
      Un beso.

      Eliminar

Gracias por dejar tus comentarios.