miércoles, 15 de enero de 2014

Encerrados

Con este microrrelato participo en enero en el IV Certamen de Relato Corto


El tema del mes es: Tras su rastro por la nieve...

Podéis leerlo publicado aquí.

Encerrados

Tomas carrera  y das una fuerte patada a la puerta, pero no se abre. No con esas pantuflas. Si al menos llevases botas, te quejas. Golpeas hasta que tus puños gélidos enrojecen y sangran. Gritas otra vez pero ella no atiende a razones. Te ha echado fuera de la casa con prisas y sin ninguna explicación, abandonándote al albur de ese inmenso paraje helado. Necesitarás aún unos minutos para dejar de patalear y aceptar tu situación. Es la única cabaña en kilómetros, recuerdas, y temes por tu vida. La luna entonces aparece redonda y luminosa entre los pinos nevados y decides empezar a andar. Te ajustas bien la bata de franela, metes las manos en los bolsillos y te adentras en aquella espesura blanca tiritando de frío. Lágrimas de impotencia se cristalizan en tus mejillas. Tienes miedo de no sobrevivir a la intemperie, y de los lobos que según dicen merodean por el bosque. Lloras porque a esa mujer nada le importas. Pero no sabes que en esos momentos ella aúlla y se retuerce encerrada en la leñera de hierro —que ha improvisado de jaula— para no hacer a nadie daño, para que no veas en qué se convierte. 


Ilustración para el concurso realizada por


9 comentarios:

  1. Hay veces que debes alejarnos porque queremos demasiado y no queremos hacer daño, claro que se debe ser valiente para eso.
    Muy bueno!!! Toda la suerte!!!
    Cariños....

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    1. A veces el amor significa renuncia. Y como dices, hay que ser muy valiente para ello.

      Un abrazo, Oriana.

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  2. Me paso por allí entonces.

    Un saludo Sara.

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  3. Aislarse ante el miedo del propio poder para herir. Con o sin licantropía. Me gusta cómo lo envuelves de una manera tierna y dulce.

    Un abrazo

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    1. Lo has definido muy bien, Albada. Y uno no sabe hasta cuánto puede llegar el amor del otro, que quizás es fuerte y maduro para comprender y aceptar esa parte de nosotros que nos duele.
      Un abrazo.

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  4. Te acabo de dejar mi comentario, y decirte que cómo lo has narrado me ha gustado muchísimo. ¡Gran ambientación Sara!

    Un precioso texto.
    Besos de Laura.

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