Gracias Cormorán. Desde luego la foto fue una gran ayuda para ilustrar este haiku, que habla de lo absortos que nos quedamos al contemplar la belleza de la luna. Un saludo.
Me apunto a ver esa luna sin parpadear. Para quienes nos gusta contemplarla, ese haiku alcanza la máxima expresión en tan diminuto espacio que le es propio. Estupendo conjunto con la ilustración.
Precioso Sara, y esa luna parece el ojo de esa nube, como madre vigilante de los sueños de esta tierra, de nuestros bosques.
ResponderEliminarGracias Cormorán. Desde luego la foto fue una gran ayuda para ilustrar este haiku, que habla de lo absortos que nos quedamos al contemplar la belleza de la luna.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues es una preciosidad, te felicito Sara :)
ResponderEliminarMe apunto a ver esa luna sin parpadear. Para quienes nos gusta contemplarla, ese haiku alcanza la máxima expresión en tan diminuto espacio que le es propio. Estupendo conjunto con la ilustración.
ResponderEliminarEl haiku es, como dije con la luna, la eternidad de un instante, de un parpadeo. Y por eso me gusta.
ResponderEliminarUn saludo, Artistalight y Luis.
Es tremendo comprobar la fuerza que puede tener una composición tan pequeña como un haiku. Tú lo has conseguido.
ResponderEliminarFelicidades, Sara
Besos.