-No, señora, no puedo dejarla pasar. Esto es un asunto de seguridad nacional. No, aquí no se encuentra su hijo. Tampoco su nuera ni su nieto. Váyase, señora. ¿No ha visto las vallas ni los carteles? ¿No ha oído las noticias? Toda la ciudad ha desaparecido. Ha sido talada. Solo quedan los árboles, y se multiplican.
Excelentísimo, Sara!!!!!
ResponderEliminarMe permitirías ponerlo en mi microteca?
Sírvete, Patricia. El que quieras :) Será para mí todo un honor.
ResponderEliminarUn beso.
Ya está incluido. Muchas gracias, Sara!
ResponderEliminarOtro beso para vos.
Un intercambio de roles que hace reflexionar sobre la destrucción del planeta.
ResponderEliminarGrande, Sara.
Un besote.
Gran sensación. Leí hace tiempo un relato de Patricia Highsmith, en el que las plantas y árboles empezaban a segregar unas sustancias letales para los humanos. Fue hace mucho y no lo recuerdo bien, pero me impactó, como este micro tuyo.
ResponderEliminarBesos, Sara
¿ Es lícito hacer un recorrido inverso, a partir de un razonamiento para encontrar una historia, utilizar una estructura lógica para una invención de la fantasía ? Creo que sí. Acaso esta historia sea una parábola de la propia vida. El micro, es también un ejercicio de lógica. Y es difícil trazar un límite entre las operaciones de la lógica fantástica y la lógica sin adjetivos. Así el lector, que escucha a la desesperada mujer, descubre en el horizonte la derrota de la ciudad y una firme promesa de destrucción total de la civilización, se da cuenta del hecho de que el microrrelato imprime en su mente el embrión de una estructura lógica: pero es un hecho. Descubrimos, pues, los múltiples vínculos con el mundo, pero al cambiar el orden lógico que nos une con la Naturaleza, consigues una historia enriquecida de significados, que no sólo produce emoción, sino una actitud ante lo real, el problema de la destrucción de los bosques y sus consecuencias catastróficas, más fuerte, si cabe.
ResponderEliminarQuién sabe... ¿por que no? La Tierra es un organismo vivo.
ResponderEliminarBesos
Glubs...
ResponderEliminarMagnífico...
Estoy con Elysa
Interesante "reverso" de la historia. Me sumo a esos deseos, y que no se quede en un canto en el desierto, porque "esto es un asunto de seguridad nacional"
ResponderEliminar¿Qué pasaría si los árboles nos quitasen la arrogancia "talando" nuestras ciudades y extendiéndose indiscriminadamente? Ahí se queda el texto, para que nos imaginemos el mejor final o intentemos (mejor) cambiar el principio.
ResponderEliminarMuchas gracias, Patricia, MJ, Torcuato, Amigo Mortal, Elysa, Amando y Luis por vuestros interesantes comentarios. Abrazos.
Firmo por ello, aunque ello me cueste la vida.
ResponderEliminarSin duda somos el cancer de este planeta