Había una vez un rey que sentía el peso de la muerte sobre sus hombros. Tanto, que con cada sentencia cruel y dolorosa que dictaba, su espalda se arqueaba, aplastándose paulatinamente contra el suelo. Hasta que un día su cuerpo llegó a alcanzar la horizontalidad de una serpiente. El trono entonces se le quedó muy alto y tuvo que desertar arrastrándose entre los despojos de su reino. Zigzagueando llegó al desierto y allí, hundido en ese terreno yermo y vacío lloró implorando clemencia. Sus lágrimas obraron el milagro, y de su dorso brotó un árbol inmenso que creció altivo y orgulloso mirando al sol. Desde entonces el rey serpiente carga sobre su espalda el peso de la vida.
Me ha recordado los cuentos clásicos, con una enseñanza dentro. Me gusta esa frase final tan llena de esperanza.
ResponderEliminarBesos
:O
ResponderEliminarMagnifico Sara
Mucha magía en tu relato, Sara. Además de moraleja.
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo, a seguir escribiendo.
Qué lindo, Sara: una nueva Creación.
ResponderEliminarUn gran micro para un bello dibujo.
Besos
Un cuento precioso o tal vez debería llamarlo ¿fábula?
ResponderEliminarMe gusta la fluidez de tus textos.
Besos.
Gracias, Elysa. Esta ilustración (es una pintura sobre tela de lino) me inspiraba este tipo de cuento.
ResponderEliminar:O Gracias Cormorán.
Gracias, Nicolás. Los cuentos mágicos y fantásticos suelen traer consigo moraleja, por eso me encantan. Aunque mucho me falta para aprender a escribirlos bien :)
Hola Patricia. Me gusta recrear la historia de la Creación (que ya es en sí un cuento fantástico con moraleja).
Un cuento o una fábula, MJ. Llevo tiempo queriendo darle una historia a este dibujo del rey serpiente :)
Gracias por vuestros comentarios. Un abrazo.