Soñó que recibía un coche de regalo y a la mañana siguiente se supo agraciado con el premio. Soñó que una hermosa joven lo acompañaba y después de dar vueltas por el barrio con su flamante automóvil nuevo, una impresionante morena se sentó a su lado. Deseó que todo fuese un sueño cuando ella lo amenazó con una navaja en el cuello, y al rato ya no tenía coche ni mujer.
Aquí viene muy bien eso de: 'Ten cuidado con lo que deseas...'
ResponderEliminarEstupendo micro, Sara.
Un besote.
Has conseguido una proeza: contar un drama con humor.
ResponderEliminarOjalá estas cosas no pasaran...
Besos
La vida es un sueño, y tanto mejor que así sea, porque ¿ quién podría sobrevivir a algunas de sus experiencias ? Una experiencia como ésta debería dejar una eterna expresión de tristeza en la cara de ese hombre. Y, sin embargo, mirará a la vida feliz y sonriente. Tan sólo en los relatos cambian de súbito, radicalmente, los personajes. En la vida real, aun después de las más terribles experiencias, el carácter permanece, en su esencia, exactamente igual. Hay que beber de los sueños, aunque, como en esta ocasión, se trunquen a hoja de navaja...
ResponderEliminarLa vida es un sueño, a veces buenos y otras veces pesadillas. Pero siempre sueños.
ResponderEliminarMuy bueno Sara, un abrazo.
De una u otra manera nuestros deseos se cumplen, MJ, aunque a veces no vengan como los esperamos.
ResponderEliminarAsí espero que cuente su drama el personaje de este cuento, Patricia, con humor. Porque en esta vida las cosas vienen y se van...
Muy acertado lo que dices, Amigo mortal. Aun después de las peores desgracias se mantiene -incluso se consolida- nuestro caracter. Seguimos viviendo, y todo pasa a ser un triste recuerdo...
Si la vida es un sueño, Nicolás ¿qué nos espera al despertar?
Gracias por vuestros comentarios. Abrazos.
¡Vaya manera de cumplirse los sueños! Ya lo dicen: Ten cuidado con lo que deseas...
ResponderEliminarBesos, Sara
Ahora vuelve a ser el de siempre. Ese peaton de transporte publico. Aunque con una cana mas por elsusto recibido y una sonrisa de haber saboreado aquello que siempre quiso aunque fuese por un instante
ResponderEliminarA veces los sueños se hacen realidad, Elysa, y como no nos gustan, deseamos volver a dormir para soñar un sueño diferente.
ResponderEliminarExacto, Cormorán. Como no tiene nada que ostentar ya no tiene miedo del atraco.
Gracias por vuestros comentarios. Un abrazo.
Buenísimo.
ResponderEliminarDe seguírsele cumpliendo sus deseos depertaría para comprobar que soñó todo ésto.
Como dijo Woody Allen, si nuestra vida es algo solamente aparente, entonces me doy cuenta que he pagado demasiado por la alfombra.
Un placer leer tu blog y verte tan hermosa.
Un sueño dentro de otro sueño dentro de otro sueño... Tal vez la vida es apenas un cuento del que somos protagonistas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Carlos. Bienvenido a mi blog. Un saludo.
El sueño que sueña un sueño.Eres tan grata de leer y de dibujos tan especiales que de tan especial te regalo mi sueño: LLEGA a lo más alto Sara, es tu lugar. De momento lo sueño por tí Un abrazo
ResponderEliminarJeje, muy bueno, me ha encantado. Y es así: hay que ir con mucho cuidado con lo que un@ desea... :)
ResponderEliminarUn abrazo
Jo, qué poco original soy, acabo de ver que María José dijo prácticamente lo mismo que yo en el primer comentario. En fin...
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