Un rasgo
que me caracteriza es la templanza en situaciones difíciles. Sin embargo, esa
noche de estío y sudor entre las sábanas no pude más que gritar cuando sucedió.
Sus finísimos tentáculos se introdujeron como agujas en mi piel, buscando más
que unas venas colmadas de sangre. Él echó raíces sobre mí plantando su enorme
peso sobre mi cuerpo, estrujándome vigorosamente contra la cama. De mi boca
borbotaron palabras ágilmente acalladas con la suya. Solo mis ojos, abiertos de
pavor, no lo percibieron.
Este es mi pequeño cuento de terror para el
Aquí podéis leer las bases del concurso.
Sara, escribir tan bien y con tal despliegue de imaginación, es ya haber ganado.
ResponderEliminarBesos!
Madre mía, ese ser invisible. Me ha recordado El Horla de Maupassant. El miedo a lo invisible es aterrador. Un beso.
ResponderEliminarMe admira tu inagotable imaginación y tu elegante prosa.
ResponderEliminarImposible escribir mejor, Sara.
Un beso.
Tú eres el número 72 y yo el 73. Me da miedo el miedo, tu micro es estupendo. Suerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Patricia. El mayor incentivo de estos concursos es aprovechar la propuesta para compartir nuestros escritos con los demás. Tener a todos vosotros de lectores es para mí el mejor premio :-)
ResponderEliminarMar: Percibir y sentir la presencia de algo y no verlo sí que da miedo. Un beso.
MJ: Gracias por tu comentario. Hace tiempo que tenía este micro guardado que no me animaba a publicar (porque me resultaba bastante terrorífico) y aproveché para enviarlo a este certamen del género.
Abrazos fuertes!
Hola Paloma: Te leí ayer junto al de Nicolás (el 71) Me encanta esa rebelión de las palabras. Estupendo.
ResponderEliminarSí que dan miedo tantos micros de miedo (y tan buenos :-)
Besos.
el peor miedo, el que no se ve... Muy bien reflejado, Sara.
ResponderEliminarBesitos
Aterrador,pienso que el peor de los miedos no viene de lo desconocido. ¿Puede uno suponer peor terror que aquel que viene de lo que uno conoce?. Fantástico para Fantasti`cs y para quien lo lea. Saludos
ResponderEliminarSara lo leí en la página y como dije allí que peligroso ese hombre invisible. Hay que encerrarlo.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte.
Aunque pocas veces se cuenta mi historia, he derrochado mis energías por un puñado de palabras: Asi son las promesas, todo mentiras y miedos, que ni me desangran ni me atan. Hasta que alguien siente y oye lo que quiere oir y prescinde del resto...
ResponderEliminarExcelente, Sara. Muchos besos.
Gracias, Elysa. Un beso.
ResponderEliminarIsabel: Lo conocido y cotidiano termina siendo invisible a nuestros ojos, y más si es aterrador y de todas maneras tenemos que vivir con ello.
Besos.
Nicolás: Sí que habría que encerrar a este ser invisible. Y también a esos malvados que, como él, protagonizan diariamente tantas historias de terror.
Un abrazo.
Amigo mortal: Tal vez en un intento de autoprotegernos no percibimos la totalidad de la información que recibimos. O quizá este hombre invisible existe de verdad, solo que no lo vemos...
Besos.
Me gusta que el personaje heróico caiga bajo el poder de su enemigo invisible :) no siempre se puede ganar. Quizas los menos heroes seamos más invisibles a los ojos del mal.
ResponderEliminarVeré las bases y... la inspiración.
Mucha suerte
No percibirlo sólo por los ojos, es notarlo en todo lo demás. No sabría qué es peor, si verlo o no mientras...
ResponderEliminarMuy bueno, Sara.
Cormorán: No siempre se gana. Y no siempre el final más terrorífico es la muerte. Besos.
ResponderEliminarMiguel Ángel: Yo tampoco sabría que es peor. En esas situaciones de poco sirve la templanza...
Un abrazo.