Ésto es como un exámen de roscharch, de los que fueron tan populares en los 5o y que te mostraban una mancha y cada quien veía algo diferente. Abajo veo a un alien en su configuración espermatozóidica gestándose hacia el interior de un sistema no comprensible aún para mí.
Vaya, un barco! Ahora que lo dices, yo también lo veo... Gracias, Rosa. Besos.
Estupendo, Patricia. Me encantará leer lo que te sugieren las musas :-)
Gracias, Juanlu. Besos.
Carlos. Algo así. Me acuerdo que de niña echaba tinta en un papel, lo doblaba por la mitad y luego lo ponía debajo de la almohada. A la mañana siguiente jugaba a relacionar el dibujo que veía con mis sueños. ¡La de historias que surgían! Un abrazo.
Reposo, me ha dicho el médico. Y yo obediente, Sara. Estoy junto a la ventana esta tarde de noviembre mirando la calle desierta iluminada por la cafetería que hay frente a mi casa. Ahí está mi amiga María. Sigue intriguida por mi detención, no me cree del todo cuando le digo que todo ha sido una casualidad. Me agrada que no termine de creerme, que siga pensando que guardo algo, que llevo una doble vida. Y lo cierto es que de algún modo la llevo, por eso creí que me detenían, no por ser crítico de Literatura. Pensé que se trataba de lo otro, de mi caza invertida. ¡ Si ella supiera ! Quizá algún día se lo cuente, le explique por qué la llamo así, caza invertida. Yo voy de caza pero me hago la presa, la mejor manera de ser verdugo es hacer creer a la víctima que los papeles están invertidos, que el verdugo es ella y uno la víctima. Hoy he elegido una brillante escritora y autora de ilustraciones... Reposo, me ha dicho el médico. Y yo, obediente, Sara.
Yo en tus ilustraciones siempre veo un montón de imágenes... En esta veo varias figuras, unas saliendo de las otras, también ansias de volar, y cara mirando de frente.
He leído tu comentario donde dices que dibujabas para tatuajes, vaya, no había caído en eso hasta ahora, pero ahora que lo dices es evidente, se nota :)
Disculpa Sara, pero yo solo veo una carrera olímpica liderada por orientales en la que un camboyano hace trampas agarrando al nepalí que no ha visto que había un sij tirado por el camino. Por auerte el tailandés se dió cuenta a tiempo y está a punto de alcanzar al chino. Pero puede que me equivoque. Saludos.
Buf, Sara, tu dibujo me ha hipnotizado y he decidido llevarlo en el bolso a ver qué me sugiere, pues de momento y a estas horas, no tengo forma cerebral de unir montones de ideas que se agolpan en torbellino.
La palabra que me vino a la cabeza es "música". Y justo después, para fastidiar, ahora mismo no tengo tiempo. Pero... por favor por favor, sigue con estos dibujos de lunes, no te pares. Un beso.
Sara, ¡lo tengo!, ¡tengo el texto de tu instantánea número 3!. Te lo pegaré aquí en comentarios, para que puedas capturarlo y meterlo en tu apartado de instantáneas, y publicaré la entradita relacionada mañana o por la tarde ¿vale?.
Te lo dejo Sara, y mañana publico cómo fue "la disección del pensamiento" :
Disección del pensamiento =========================
El ojo de la cultura, de pestañas azules coronadas por las siete artes conocidas, escrutaba cada rincón de la sala : desde la escritura hiératica egipcia, escrita de derecha a izquierda por los escribas del Antiguo Egipcio, hasta los avance guerreros de un pueblo azteca, que nació pobre, pero que pronto encontró su lugar en el mundo.
Admiraba con deleite, las puntas de lanza labradas en sílex y, junto a ellas, las primeras sierras de latón de los arquitectos medievales. Y en esas andaba, cuando un dios mitológico cobró forma, deslizándose con suaves movimiento de danza, hasta posarse frente al gran ojo y decirle :
Olvidaste en tu paseo visual que la naturaleza es sabia, y no reparaste en el amonite, eje vertebrador del recuerdo de las primeras especies naturales. ¿Acaso no te interesa la ciencia?. - Tanto me interesa – contesto el ojo certero – que sólo anhelo comprobar si el avance del ciempiés que se arrastra por tu etéreo cuerpo, es capaz de devorarte.
Y al decir esas palabras, el dios mitológico se esfumó de su vista, asentándose la razón y el carácter científico en el pensamiento de los hombres.
Soy un recién llegado a esto de la ilustración y la escritura. Sé de tu existencia por Laura, la chica de "Demispalabras...".
Te envío lo que yo veo
VIENTO NORTE
El viento norte no quiso amainar, tenía el cuerpo de jota y decidió salir a bailar. Sopló y sopló entre los árboles, entre las grietas de las piedras y contra las ventanas de las casas que con su ímpetu iba sacudiendo a su paso. Sacó los males, los miedos, las envidias, los celos y las empozoñadas ideas de los habitantes del lugar, los mezcló con su música metálica y todo lo transformó como, por arte de magia, en un soplo de aire fresco. La crisis huyó.
Un barco Sara. Un barco luchando contra ese mar de incertidumbres que es la vida. Precioso.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Realmente bello, muy onírico!!
ResponderEliminarLo llevo con tu permiso y veré que me susurran mis musas!!
Besos!!
Que chulada!!!!
ResponderEliminarUn abrazo!
Ésto es como un exámen de roscharch, de los que fueron tan populares en los 5o y que te mostraban una mancha y cada quien veía algo diferente.
ResponderEliminarAbajo veo a un alien en su configuración espermatozóidica gestándose hacia el interior de un sistema no comprensible aún para mí.
Vaya, un barco! Ahora que lo dices, yo también lo veo... Gracias, Rosa. Besos.
ResponderEliminarEstupendo, Patricia. Me encantará leer lo que te sugieren las musas :-)
Gracias, Juanlu. Besos.
Carlos. Algo así. Me acuerdo que de niña echaba tinta en un papel, lo doblaba por la mitad y luego lo ponía debajo de la almohada. A la mañana siguiente jugaba a relacionar el dibujo que veía con mis sueños. ¡La de historias que surgían!
Un abrazo.
Yo no se escribir Sara, pero creo que podría tatuar una bonita espalda :))
ResponderEliminarBesazos enormes
Dani: ¿Sabes tatuar? Hubo un tiempo en que dibujaba símbolos para tatuajes... en algunas espaldas están :-)
ResponderEliminarBesos.
Reposo, me ha dicho el médico. Y yo obediente, Sara. Estoy junto a la ventana esta tarde de noviembre mirando la calle desierta iluminada por la cafetería que hay frente a mi casa. Ahí está mi amiga María. Sigue intriguida por mi detención, no me cree del todo cuando le digo que todo ha sido una casualidad. Me agrada que no termine de creerme, que siga pensando que guardo algo, que llevo una doble vida. Y lo cierto es que de algún modo la llevo, por eso creí que me detenían, no por ser crítico de Literatura. Pensé que se trataba de lo otro, de mi caza invertida. ¡ Si ella supiera ! Quizá algún día se lo cuente, le explique por qué la llamo así, caza invertida. Yo voy de caza pero me hago la presa, la mejor manera de ser verdugo es hacer creer a la víctima que los papeles están invertidos, que el verdugo es ella y uno la víctima. Hoy he elegido una brillante escritora y autora de ilustraciones...
ResponderEliminarReposo, me ha dicho el médico. Y yo, obediente, Sara.
Un beso y ánimo.
Fe de errores: " Y yo, obediente, Sara...
ResponderEliminar...intrigada "
Yo en tus ilustraciones siempre veo un montón de imágenes... En esta veo varias figuras, unas saliendo de las otras, también ansias de volar, y cara mirando de frente.
ResponderEliminarHe leído tu comentario donde dices que dibujabas para tatuajes, vaya, no había caído en eso hasta ahora, pero ahora que lo dices es evidente, se nota :)
Un beso
Disculpa Sara, pero yo solo veo una carrera olímpica liderada por orientales en la que un camboyano hace trampas agarrando al nepalí que no ha visto que había un sij tirado por el camino. Por auerte el tailandés se dió cuenta a tiempo y está a punto de alcanzar al chino.
ResponderEliminarPero puede que me equivoque.
Saludos.
¡Jo, Sara! se me ocurren un montón de cosas, me llevo la imagen. Veremos si puedo concretar algo, no será por lo que sugiere la imagen, no.
ResponderEliminarBesitos
Buf, Sara, tu dibujo me ha hipnotizado y he decidido llevarlo en el bolso a ver qué me sugiere, pues de momento y a estas horas, no tengo forma cerebral de unir montones de ideas que se agolpan en torbellino.
ResponderEliminarVolveré para contártelo.
Besos.
La palabra que me vino a la cabeza es "música". Y justo después, para fastidiar, ahora mismo no tengo tiempo. Pero... por favor por favor, sigue con estos dibujos de lunes, no te pares.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias otra vez, Amigo mortal, por poner palabras a mis dibujos. Y gracias por tus palabras :-)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ximo: Siempre me gustó dibujar símbolos y tengo el agrado de que algunas personas los hayan elegido para su tatuaje.
Un saludo.
Enmascarado: Vaya historia trepidante que te ha sugerido el texto... Al final hasta yo me he quedado sin aliento. Saludos.
Elysa: Es que el dibujo tiene muchos recovecos. Pero seguro que consigues concretar alguna historia :-) Un abrazo.
Laura: Aquí te espero!! Besos.
Luisa: Música... seguro que te sale un relato melodioso!
No paro. Seguiré todos los lunes publicando nuevos dibujos.
Un abrazo.
Sara, ¡lo tengo!, ¡tengo el texto de tu instantánea número 3!. Te lo pegaré aquí en comentarios, para que puedas capturarlo y meterlo en tu apartado de instantáneas, y publicaré la entradita relacionada mañana o por la tarde ¿vale?.
ResponderEliminarEspero que te guste.
Hasta mañana!!, que me voy volaaando....
Besos.
Te lo dejo Sara, y mañana publico cómo fue "la disección del pensamiento" :
ResponderEliminarDisección del pensamiento
=========================
El ojo de la cultura, de pestañas azules coronadas por las siete artes conocidas, escrutaba cada rincón de la sala : desde la escritura hiératica egipcia, escrita de derecha a izquierda por los escribas del Antiguo Egipcio, hasta los avance guerreros de un pueblo azteca, que nació pobre, pero que pronto encontró su lugar en el mundo.
Admiraba con deleite, las puntas de lanza labradas en sílex y, junto a ellas, las primeras sierras de latón de los arquitectos medievales.
Y en esas andaba, cuando un dios mitológico cobró forma, deslizándose con suaves movimiento de danza, hasta posarse frente al gran ojo y decirle :
Olvidaste en tu paseo visual que la naturaleza es sabia, y no reparaste en el amonite, eje vertebrador del recuerdo de las primeras especies naturales. ¿Acaso no te interesa la ciencia?.
- Tanto me interesa – contesto el ojo certero – que sólo anhelo comprobar si el avance del ciempiés que se arrastra por tu etéreo cuerpo, es capaz de devorarte.
Y al decir esas palabras, el dios mitológico se esfumó de su vista, asentándose la razón y el carácter científico en el pensamiento de los hombres.
Hola Sara:
ResponderEliminarSoy un recién llegado a esto de la ilustración y la escritura. Sé de tu existencia por Laura, la chica de "Demispalabras...".
Te envío lo que yo veo
VIENTO NORTE
El viento norte no quiso amainar, tenía el cuerpo de jota y decidió salir a bailar. Sopló y sopló entre los árboles, entre las grietas de las piedras y contra las ventanas de las casas que con su ímpetu iba sacudiendo a su paso. Sacó los males, los miedos, las envidias, los celos y las empozoñadas ideas de los habitantes del lugar, los mezcló con su música metálica y todo lo transformó como, por arte de magia, en un soplo de aire fresco. La crisis huyó.