La bandera
flameaba altiva en la cima de la montaña. Nadie estaba seguro de quién la había
colocado allí. Unos decían que había sido un asiduo al bar en plena borrachera
antipatriótica tras la derrota de su partido de fútbol. Otros afirmaban que fue
ese conocido escalador –ávido de mantener su popularidad– quién había clavado
el mástil y enarbolado la singular enseña. Los más supersticiosos del pueblo lo
atribuían a una obra del demonio y los más ingenuos, al advenimiento de una era
mejor. Pocos intuimos el verdadero origen de aquel desmán, aunque nada pudimos
hacer para evitar lo que sobrevino después.
Con todas las puertas abiertas...Mira que tengo una imaginación!!!.
ResponderEliminarBesos desde el aire
PD.Sara tu mariposa lectora está contando una historia en Van al Aire...
Rosa: Afortunadamente puedo disfrutar de tu imaginación diariamente en tu blog :-)
ResponderEliminarMi mariposa lectora está encantada con la historia...
Un beso.
Buen ejemplo de micro que no se entiende sin el título. No quiero yo conocer al que ha plantado la bandera ¿una sanguinaria civilización extraterrestre?. Un beso.
ResponderEliminarLas banderas son tristes artimañas para engañar nuestros sentimiento y escconderlos en nuestro egocentrismo.
ResponderEliminarBlogsaludos
uhmmm, pinta mal la cosa. Se os subieron a la chepa sin daros cuenta.
ResponderEliminarDejé una historia para tu mariposa lectora, te invito a leer mi "Alado e ilustrado".
http://enmascaradox3a.blogspot.com/2011/11/alado-e-ilustrado.html
Saludos.
Puedo asegurar que no somos marcianos, tampoco de Murcia, pero si somos distintos, ni más guapos ni más listos, pero nuestro mundo está más allá del horizonte, más allá de donde se acaba este y empieza el vacio.
ResponderEliminarEn mi pueblo semos asín...
Las banderas siempre anuncian cosas desagradables, todas, sobre todo cuando unas quieren imponerse o tapar a las otras.
ResponderEliminarMejor conquistar las cimas de la vida con arte y alegría, como tú haces :)
Un abrazo
Ni fronteras ni banderas...que bonito sería ser libres...
ResponderEliminarBesos!
Con el título y ese final no pinta bien el motivo de esa bandera.
ResponderEliminarBien narrado, Sara
Besitos
Sara: lograste un buen relato. Caben aquí recordar las palabras de Silvio Rodríguez. "Hoy mi deber era cantarle a la patria, alzar la bandera, sumarme a la plaza".
ResponderEliminar¿Cuándo nos encontramos?
Efectivamente, ejemplo de la importancia del título, y de la frase final. En la ilustración aparece por arriba algo sospechoso: ¿Ángela Merkel?
ResponderEliminarMar: Es verdad, en el título está la clave. Quién ha plantado la bandera, es una incógnita...
ResponderEliminarAdivín: En las banderas condensamos todos nuestros "...ismos", lamentablemente.
Enmascarado: Algunas conquistas son de golpe, otras, pasito a pasito.
Gracias por tu fantástico texto para el dibujo. "Alado e ilustrado" buen título :-). Ya lo he publicado en la sección.
Saudades: Bienvenido! Me gustaría conocer tu pueblo...
Un saludo.
Ximo: Es verdad, esa es la mejor forma de conquistar las cimas de la vida. Un beso.
Juanlu: No basta con ser libres, sino hay que tener una "cultura" de la libertad: saber respetar al otro.
Elysa: No tiene buena pinta, no. Así empiezan la mayoría de las disputas y las guerras.
Guillermo: No me cabe duda que ese pueblo saldrá a la calle, y allí se encontrarán todas las posturas e ideas.
Ximens: A mi entender, en estas cuestiones, siempre hay alguien que mira todo desde arriba... ¿una especie de titiritero?
Abrazos fuertes. Gracias por comentar y opinar.
A mí lo que me sugiere el título de tu micro, Sara, es una mirada seductora, un guiño atrevido, una sonrisa pícara ;-)
ResponderEliminarEs que de las otras conquistas no me apetece hablar ahora.
Un beso, guapa.
Sara, yo siempre miro primero tus dibujos, me gustan, esa montaña es una concha, una caracola, un abanico, una flor, una pañuelo de seda.
ResponderEliminarY esa bandera con vida propia que nos mira.
Micro circular, como debe ser, título y cierre se enroscan. A veces esas cosas pasan, incluso en la vida, te vas quedando sin espacio, luego sin aire, y un día te miras al espejo y ya no eres tú, eres otro, y ves esa bandera clavada en tu coronilla...
un abrazo
No nos bastará con tomar posesión, deberemos dejar nuestra huella para que todo aquél que dude sepa que la posesión siempre fue nuestra.
ResponderEliminarUn saludo, Sara, tus frases me han hecho pensar de nuevo.
Me gusta tu forma tan personal de enfocar las ilustraciones.
Me gusta el micro y el dibujo me encanta. ¿Quién puso la bandera? El poderoso, nuestra imaginación asustada... Me sugiere muchas cosas.
ResponderEliminarMJ: Justamente por eso dejé el micro abierto a distintas interpretaciones. Hay múltiples tipos de conquistas y diferentes los estandartes para llevarlas a cabo. Como los ejemplos que tú das :-)
ResponderEliminarXavier. Gracias por escrutar así mis dibujos. Cuando la dibujé pensé en una montaña de cuarzo -las hay así-, marrones y oscuras por fuera, pero por dentro del más bello cristal.
Fernando: Es verdad, la conquista va siempre de la mano del ego.
Yo no soy ilustradora y por ello tal vez mis dibujos no respondan a la manera clásica de enfocar una ilustración para un cuento. A veces pongo en ellas lo que no se lee pero me sugiere el texto.
Hola Manuel. Qué alegría verte otra vez por aquí. Me he pasado por tu blog y he encontrado allí unos libros perfectos para regalar esta Navidad :-)
Abrazos fuertes!