A millones de años luz de distancia
una civilización fenecía: sucesivas guerras habían devastado su mundo. Los
tres pueblos supervivientes buscaban otro hogar en el Universo viajando a bordo
de sendas naves, capitaneadas por tres reyes. Cuando arribaron a la Tierra un 5
de enero se sorprendieron: los estaban esperando con desfiles y carrozas. Al
parecer, una antigua profecía predecía su llegada colmada de ofrendas. La
ingenua magia de esa gente fascinó a los tres monarcas. Mientras ellos lanzaban
desde arriba sus explosivos regalos, la humanidad miraba al cielo manteniendo la
ilusión hasta el último momento.
Este micro participa en la II Convocatoria de Relatos "La Otra Navidad"
organizada por La Esfera Cultural.
Estos reyes son un poco diferentes de los que me mantenían despierta esa noche, esperando ilusionada su llegada. Pero tu micro me gusta por la imaginación que has puesto en él.
ResponderEliminarUn beso
Apocalíptico. O sea, que nos liquidaron, Algo de realismo se intuye con tantos juguetes en las casas.
ResponderEliminarEs genial el relato, ¿lo has mandado al concurso de La Esfera Cultural? La ilustración de los Reyes podría ser una felicitación de Navidad, que al abrirla estallara, sin herir a nadie, "claro".
ResponderEliminarBesos
Una historia diferente y original de los Reyes Magos.
ResponderEliminarNo te falta imaginación, Sara. Y eso es estupendo para los que te leemos :-)
Un beso.
Qué original Sara!!!
ResponderEliminarY me gusta mucho la ilustración.
Besos desde el aire
Yo me pierdo con la historia. Esto sería antes, durante o después del oro, incienso y mirra?
ResponderEliminarEspera, que lo he vuelto a leer y ya lo he entendido. Se supone que podría pasar cualquier enero, no?
Pues vete tú a saber, Sara. El mundo anda revuelto, y lo fenicios no van a ser menos.
Me gusta, Sara. Una navidad y unos reyes en clave ciencia-ficción o quién sabe, quizás no...
ResponderEliminarBesitos
Admiro la originalidad y tu relato tiene a chorros. Qué momento para llegar a la tierra, qué cambio en la historia...¿o no?
ResponderEliminarA seguir regalando...
Un beso.
Magnífico micro Sara. Es muy original y acaba con la tradición navideña. Ya sabía yo que no eran trigo limpio. Un beso.
ResponderEliminarAsí de ingenuos somos... manteniendo la ilusión hasta el último momento.
ResponderEliminarBuena revisión de los tres monarcas.
No sé si seremos todos ingenuos pero sí sé que algunos escriben maravillosamente bien.
ResponderEliminarCon tu permiso lo guardo en mi tuiter.
Bravo, Sara!!!!!
Yo me quedo con los de ahora jajaja
ResponderEliminarmuy bueno
un saludo
Paloma: Estos reyes son definitivamente muy diferentes a los de los camellos...
ResponderEliminarXimens: Después de ellos se acabaron las "felices fiestas"...
Ana: Lo mandé después de leer tu comentario, no había caído en la cuenta de hacerlo antes. Gracias. Me parece interesante la iniciativa que planteas, podemos mandarnos "tarjetas de felicitación" para estas fiestas así, un tanto atípicas, con su microrrelato. A ver si la ponemos en práctica.
MJ: Hay que mirar con otros ojos...
Gracias, Rosa. Un beso.
Miguel Ángel: Tú lo has dicho, cualquier enero nos encontramos con regalos explosivos cayendo del cielo...
Elysa: Esperemos que sea solo ficción...
CDG: Llegan en el momento justo de cumplir con la profecía.
Mar: Por lo visto acaban con cualquier tradición. Lo bueno de los cuentos y de las pelis apocalípticas es que son solo eso, historias de ficción.
Fernando: Lo más maravilloso de estas fiestas (sin contar con el consumo que generan) es esa ilusión que se intenta mantener con ellas hasta el final.
Gracias, Patricia. Siempre es un honor que te lleves un relato.
María Luisa: Para serte sincera, yo también :-)
Cruda realidad, siempre nos invaden, hasta los americanos o los chinos.
ResponderEliminarBlogsaludos
A mí me encanta este dibujo de 3 reyes majos. Tan majos que parecen sacados de un pasaje de la guerra de las galaxias, y han cambiado camello por naves, aunque no parece que se libren de las suntuosas carrozas con las que los hombres quieren que desfilen.
ResponderEliminarUn besote.
Hay fechas en las que nos aflora la ingenuidad. Yo, a mis 32 años, todavía me acuesto nervioso la noche de reyes... por si acaso.
ResponderEliminarUn saludo.
La nostalgia infantil, Sara, que pueda contagiarte día tras día la dulzura de la cara de Daniel o los recuerdos de un pasado vivido rápidamente han provocado sentimientos que han tomado posesión de ti. Nacen de lo más genuino de tu interior y se desbordan en una creatividad frenética, como si tu cuerpo y tu mente no pudieran alojarlos y te desgarraran buscando salida. Creemos que porque los sentimientos sean nuestros estamos a su altura o somos capaces de albergarlos, pero no siempre es así. A veces hay sentimientos que nos sobrepasan, provocando, como en tu caso, la maravillosa transcendencia de la que mira el mundo como si fuera recién creado...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
La Tres Reyes Ilustrados están estupendos, me gustan.
ResponderEliminarYo también soy de los que hasta el último momento me quedo mirando ingenuamente, qué le voy a hacer, soy humano... :)
Un abrazo
Adivín: Es verdad, siempre nos invaden; y no solo en las películas...
ResponderEliminarLaura: Podrían haber salido de un capítulo de la guerra de las galaxias, es verdad. Aunque estos muy majos no son...
Alberto: La ilusión nunca se pierde, aunque nos termine bombardeando la realidad.
Amigo mortal: Siempre tan bellas tus palabras... Cuando los sentimientos nos sobrepasan buscamos canalizarlos, expresarlos de algún modo. Y el arte es una buena manera.
Ximo: Siempre nos echamos tierra encima, pero los humanos tenemos muchas virtudes. Y mantener la ilusión hasta el último momento es una de ellas.