¡Cómo olvidar aquella cita
con Amelia! Desvié el coche hacia la era que hay justo al borde del acantilado, con la intención de pasar allí nuestra primera noche juntos, pero todo
salió mal. Estábamos en los asientos traseros del vehículo, en plena faena,
cuando falló el freno de mano —o quizás, con la excitación y las prisas, ni
siguiera lo puse—, el caso es que justo antes de llegar a la cúspide del
clímax, caímos al vacío. Desde que tuvimos aquel accidente, y el destino quiso
que únicamente yo sobreviviera, apenas si noto su ausencia. Ella me acaricia a
cada instante con sus manos invisibles y yo no dejo de sentir escalofríos
recorriendo mi cuerpo. Algo me dice que nuestra historia no culminó como es
debido; que ambos nos quedamos atascados, con ganas de más…
Qué le queda a quien llega a lo más alto sino caer, antes de hacerse añicos o, lo que es lo mismo, de cerrarse del todo y para siempre, irrompible, inmutable , en la memoria, permanencia inalterable, intacta, simbolo de la felicidad y almohada de consuelo, aislada en su perfección finita, pero eterna...
ResponderEliminarTe admiro, Sara.
Es un texto que hace literal lo metafórico. De cualquier manera la caída duele, cuanto más alto llegamos, más trágica es.
EliminarUn abrazo.
Eso si que es hacerlo de muerte.
ResponderEliminarPues sí. Y eso nunca se olvida.
EliminarUn abrazo.
Creo que eso sí es llegar al límite... No quisiera estar en la piel de ese muchacho, para siempre con esa conciencia y con esas sensaciones.
ResponderEliminarCómo siempre expléndida Sara, buen fin de semana,
Son esas cosas que afectan de por vida. Si ya de por sí el primer amor es difícil de olvidar...
EliminarGracias, y buen fin de semana para ti también. Un beso.
Sara, ¡qué fatalidad! Precisamente el primer día que se culmina. Quizás, por ello, eligieron un lugar tan peligroso y les pasó lo que les pasó. Aunque ahora bien, si aún pueden culminar siendo ella un alma errante.
ResponderEliminarBesos.
Nunca es tarde, dicen :-)
EliminarBesos.
Pues sí que lo bordas, Sara. Lo de "apenas si noto su ausencia" me ha producido un malestar, pensando en el espíritu de ella rondándole todas las noches y en todos los coches en los que repita la acción ¿o no le quedarán ganas de más?.
ResponderEliminarImágen y texto para construir una historia de fatalidades, pero bellamente trabajadas.
Besos.
Esa frase resume lo que le toca a él vivir. Y algún día se cansará... Un historia de fatalidades, sí. De las que esperamos que solo abunden en los cuentos.
EliminarUn abrazo.
Erotismo, suspenso, cierto toque de terror...
ResponderEliminarImagen y micri, extraordinarios, Sara!!!
Tiene un poquito de todo este micro :-)
EliminarGracias, Patricia.
Un abrazo.
Sara, me has dejado sin aliento con tu estupenda historia. El sexo puede crear a veces...una sensación de vértigo inesperada. Triste final pero al mismo tiempo bello, abierto a la eternidad...Un abrazo.
ResponderEliminarSiempre hay una sensación de vértigo cuando llegamos a la cumbre... Se puede decir que es un amor eterno, sí.
EliminarUn abrazo.
Fantástica historia de amor inacabado. Y que nunca acabará. No mientras estén en planos diferentes. Es que me he tomado una cerveza... y lo veo.
ResponderEliminarUn abrazo, Sara.
Nunca acabará, bien lo dices. Por mucho que puedan sentirse, ya no será igual...
EliminarUn abrazo.
Madre mía, la primera vez y la última. Una historia de amor insatisfecho con fenómenos paranormales incluídos. Es un micro que causa un desasosiego extraño. La urgencia del deseo nos lleva a veces a situaciones muy peligrosas, al borde del abismo. Yo también me quedo atascada. Un beso.
ResponderEliminarLa primera y la última para ella. Para él habrá más si es capaz de superar la tragedia.
EliminarBesos.
Si apartamos lo trágico, parece una relación bastante buena. Una novia que te sigue acariciando y provocando escalofríos, y quien sabe si con la práctica se pueda llegar a culminar más. Cuenta con la ventaja de ser de bajo consumo, todo un logro para tiempos de crisis.
ResponderEliminarUn beso Sara
Tú siempre viéndole el lado bueno a las cosas :-) Todo un logro.
EliminarUn beso.
Hay que elegir mejor los lugares, jeje. Trágico y a la vez inquietante.
ResponderEliminarY no hay que olvidar poner el freno de mano :-)
EliminarUn abrazo.
Parece que se ha quedado atrapado en aquel trágico día. Y mucho me temo que hasta que no lo supere, su vida no avanzará.
ResponderEliminarMuy bueno, Sara.
Besos.
Gracias. Pérdida y remordimiento es una difícil conjunción. Y más si es un amor joven e inacabado.
EliminarUn abrazo.
Triste e inquietante esa primera vez. Costará superar algo así.
ResponderEliminarBesitos