viernes, 9 de marzo de 2012

La primera vez

¡Cómo olvidar aquella cita con Amelia! Desvié el coche hacia la era que hay justo al borde del acantilado, con la intención de pasar allí nuestra primera noche juntos, pero todo salió mal. Estábamos en los asientos traseros del vehículo, en plena faena, cuando falló el freno de mano —o quizás, con la excitación y las prisas, ni siguiera lo puse—, el caso es que justo antes de llegar a la cúspide del clímax, caímos al vacío. Desde que tuvimos aquel accidente, y el destino quiso que únicamente yo sobreviviera, apenas si noto su ausencia. Ella me acaricia a cada instante con sus manos invisibles y yo no dejo de sentir escalofríos recorriendo mi cuerpo. Algo me dice que nuestra historia no culminó como es debido; que ambos nos quedamos atascados, con ganas de más…




25 comentarios:

  1. Qué le queda a quien llega a lo más alto sino caer, antes de hacerse añicos o, lo que es lo mismo, de cerrarse del todo y para siempre, irrompible, inmutable , en la memoria, permanencia inalterable, intacta, simbolo de la felicidad y almohada de consuelo, aislada en su perfección finita, pero eterna...

    Te admiro, Sara.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un texto que hace literal lo metafórico. De cualquier manera la caída duele, cuanto más alto llegamos, más trágica es.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Creo que eso sí es llegar al límite... No quisiera estar en la piel de ese muchacho, para siempre con esa conciencia y con esas sensaciones.

    Cómo siempre expléndida Sara, buen fin de semana,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son esas cosas que afectan de por vida. Si ya de por sí el primer amor es difícil de olvidar...
      Gracias, y buen fin de semana para ti también. Un beso.

      Eliminar
  3. Sara, ¡qué fatalidad! Precisamente el primer día que se culmina. Quizás, por ello, eligieron un lugar tan peligroso y les pasó lo que les pasó. Aunque ahora bien, si aún pueden culminar siendo ella un alma errante.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Pues sí que lo bordas, Sara. Lo de "apenas si noto su ausencia" me ha producido un malestar, pensando en el espíritu de ella rondándole todas las noches y en todos los coches en los que repita la acción ¿o no le quedarán ganas de más?.

    Imágen y texto para construir una historia de fatalidades, pero bellamente trabajadas.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa frase resume lo que le toca a él vivir. Y algún día se cansará... Un historia de fatalidades, sí. De las que esperamos que solo abunden en los cuentos.

      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Erotismo, suspenso, cierto toque de terror...
    Imagen y micri, extraordinarios, Sara!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene un poquito de todo este micro :-)
      Gracias, Patricia.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Sara, me has dejado sin aliento con tu estupenda historia. El sexo puede crear a veces...una sensación de vértigo inesperada. Triste final pero al mismo tiempo bello, abierto a la eternidad...Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre hay una sensación de vértigo cuando llegamos a la cumbre... Se puede decir que es un amor eterno, sí.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Fantástica historia de amor inacabado. Y que nunca acabará. No mientras estén en planos diferentes. Es que me he tomado una cerveza... y lo veo.
    Un abrazo, Sara.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca acabará, bien lo dices. Por mucho que puedan sentirse, ya no será igual...
      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Madre mía, la primera vez y la última. Una historia de amor insatisfecho con fenómenos paranormales incluídos. Es un micro que causa un desasosiego extraño. La urgencia del deseo nos lleva a veces a situaciones muy peligrosas, al borde del abismo. Yo también me quedo atascada. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La primera y la última para ella. Para él habrá más si es capaz de superar la tragedia.
      Besos.

      Eliminar
  9. Si apartamos lo trágico, parece una relación bastante buena. Una novia que te sigue acariciando y provocando escalofríos, y quien sabe si con la práctica se pueda llegar a culminar más. Cuenta con la ventaja de ser de bajo consumo, todo un logro para tiempos de crisis.
    Un beso Sara

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú siempre viéndole el lado bueno a las cosas :-) Todo un logro.
      Un beso.

      Eliminar
  10. Hay que elegir mejor los lugares, jeje. Trágico y a la vez inquietante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y no hay que olvidar poner el freno de mano :-)
      Un abrazo.

      Eliminar
  11. Parece que se ha quedado atrapado en aquel trágico día. Y mucho me temo que hasta que no lo supere, su vida no avanzará.
    Muy bueno, Sara.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. Pérdida y remordimiento es una difícil conjunción. Y más si es un amor joven e inacabado.

      Un abrazo.

      Eliminar
  12. Triste e inquietante esa primera vez. Costará superar algo así.

    Besitos

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tus comentarios.