lunes, 27 de agosto de 2012

Ante el espejo


El velero avanzaba cauteloso: la mar en calma solo podía presagiar tormenta. Y aunque no había nubes que tapasen el sol ni viento que moviese las velas, Flavia tenía tantas tragedias tatuadas en sus retinas, que las calamidades anegaban de sal sus ojos marinos. Evocó con añoranza aquellos tiempos —tan antiguos que parecían imaginarios— en que podía sumergirse en su mirada azul sin naufragar.






Dedicado a JAMS, del blog: esta noche te cuento...


17 comentarios:

  1. "Tragedias tatuadas en la retina...", me encanta.
    La ilustración es fantástica.

    Enhorabuena.

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  2. Me gusta mucho. El dibujo es buenísimo.

    Un saludo.

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    1. Gracias M. por la visita y tu amable comentario.
      Un saludo.

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  3. Precioso micro y no menos bella la imagen que lo ilustra.
    Bienvenida, Sara.

    Un beso grande.

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    1. Otro beso para ti, MJ. Ya iré a ponerme al día con tus blogs :-)

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  4. Me encantó este texto, Sara. Y me encantó el dibujo también. Más que un micro es pura poesía.

    Un abrazo azul ( o dos).

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    1. Es así, a veces la poesía se cuela en los textos...
      Un par de abrazos azules.

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  5. ¡Qué bien sabes usar las palabras!

    Esas tragedias tatuadas en la retina, es una imagen magnifica.

    Y ese ojo azul, casi marino me encanta.

    Besicos salados,vecina

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    1. Las tragedias se quedan ahí tatuadas para siempre y es imposible mirar la vida con los ojos de antes.
      Me alegro que te guste ese ojo color mar de mediodía :-)

      Un abrazo.

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  6. Me parece muy visual. Un relato que navega como el barco de papel de la ilustración.
    Precioso, Sara
    Un beso

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    1. Ana, cuando lo escribí tuve claro que dibujaría un barco de papel navegando en un ojo. Aunque no sabes lo difícil que fue meter el barquito ahí, porque el ojo no paraba de pestañear.

      Un beso.

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  7. Me gusta este micro, pero... "sumergirse en su mirada azul sin naufragar" , muy especialmente.
    Un abrazo desde mi pinar

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    1. Hola Rosy. Difícil enfrentarnos al mar embravecido de tragedias de nuestra propia mirada, sin naufragar.
      Un abrazo.

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  8. Precioso homenaje, Sara con este micro tan visual. Y la ilustración es una maravilla, se queda una hipnotizada mirandola.

    Besitos

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