Despierto soñé mi muerte. La veía
llegar erguida y oscura; empuñaba mis deseos de morir y me los clavaba.
Afectado por ese veneno soñé con la vida. Se acercaba grácil, luminosa; me
devolvía mis deseos de amor con besos. Yo, entre la agonía y el éxtasis, dudaba
que pareja elegir.
Este no lo conocía o lo pasé por alto ¡casi me lo pierdo!. Demasiadas veces dudamos y quizás esas dudas nos permitan subsistir. El éxtasis es agonía y la agonía éxtasis, se mezclan y nos confunden, se intercambian para no ser desechados (Cormoran)
ResponderEliminarHola Luis(cormoran)Si entras a menudo en el blog, no te los pierdes! Gracias por tu visita. Saludos.
ResponderEliminarPoco a poco voy perdiendo el miedo a la muerte !
ResponderEliminarSerá que con los años vamos entendiendo ?
Un abrazo desde mi México !!
Pues me alegro de que eligieras vida (si el relato es personal, claro, jeje) pues así nos has dado tres años de historias ilustradas. Y en las bifurcaciones nunca hay que elegir la que te lleva por el camino más corto, siempre es la más sosa y aburrida.
ResponderEliminarEl micro habla de la condición humana y de la corta distancia que separa el placer del dolor, la felicidad y el sufrimiento. No es personal el relato, Ximens. Yo siempre elegiría la vida :-)
ResponderEliminarUn abrazo, y gracias por pasar.