miércoles, 22 de diciembre de 2010
Solo en el edén
El hombre dudaba si ese increíble paraje se hallaba fuera de sitio o era él el que no encajaba. Se sentó junto a la cascada. Como en un buen masaje, el agua se deslizaba por las rocas unas veces suavemente y otras con más fuerza y contundencia. Bebió de ese líquido fresco y sabroso que sabía a vida. Había confiado en que aquel manantial reanimaría su alma, pero solo sació por un momento su sed. Aquella naturaleza descarada le recordaba a cada instante su soledad. ¿Qué sentido tenía el paraíso sin Eva?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esa sensación de no encajar a veces en un sitio, de sentirte solo o de sentir que sin alguien te falta media vida la comprendo a la perfección. Y, aunque esa sensación me entristece, me agrada la forma en que la expresas tú Sara. Un besazo enorme.
ResponderEliminarGracias Vanadis por tu comentario. Como seres humanos que somos, siempre sentimos que nos falta algo. Podemos estar en el paraíso incluso con nuestro amor y sin embargo sentir que no encajamos, o que ansiamos tener también todo lo que dejamos atrás. Somos disconformes por naturaleza...
ResponderEliminarUn beso también para ti.
Encuentro otro sentido en tu texto que me es conocido, Sara; creo que en la admiración de algo hermoso, como es la belleza de un paisaje, va acompañado siempre el deseo de compartirlo. Muchas veces cuando contemplo un atardecer, o las cimas nevadas, pienso en los amigos que sé que lo disfrutarían... es un placer contemplarlo, pero un placer incompleto.
ResponderEliminarEs verdad lo que dices, juanxxi. La naturaleza se deleita aún mejor cuando es en compañía.
ResponderEliminarUn saludo.
Bellísimo, Sara.
ResponderEliminar(Recuerdo que alguien dijo por aquí que tus mr eran todavía mejores, si cabe, junto a tus dibujos.)
Gracias por tu comentario, eglon82. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, Sara, hace tiempo que no visitaba tu blog, pero cuando lo hago encuentro las perlas que busco sin bucear a mucha profundidad. Es mi modo de decir que me ha gustado tu micro, sin entrar en más detalles que ya están expuestos en los comentarios anteriores y que comparto plenamente.
ResponderEliminarA mi me pasa lo mismo con tu blog, Luis. Me encanta lo que encuentro en él cuando lo visito.
ResponderEliminarUn abrazo.