Este cuento ha
participado en la convocatoria de Triple C denominada
(Un proyecto colectivo para una serie de microrrelatos que, versionando
los cuentos de los hermanos Grimm, describan una situación delincuencial.)
La princesa Aurora había recibido al nacer los dones de
sus hadas madrinas, aunque no los defectos, que eran heredados. Mientras su
madre aguardaba suspicaz a que abriese los párpados temiendo hallar en su mirada
una réplica de sus ojos bizcos, su padre se acercó rengueando a comprobar que
sus dos piernitas sonrosadas fueran del mismo tamaño. Si bien tras aquel primer
escrutinio concluyeron que era una niña perfecta, con el paso de los años
fueron convenciéndose de que no era así. La enorme belleza e inteligencia de
Aurora solo era proporcional a su gran maldad. Los piadosos monarcas no cesaban
de preguntarse a quién había salido la joven, hasta que un día recordaron a la
tía Pérfida, que por sus fechorías había sido desterrada del reino. Preocupados
por la suerte de su hija mandaron llamar al hada Azulinda, quien predijo que
solo el beso de su alma gemela podría despertar en Aurora el gen del amor.
Consciente de que ese príncipe azul tardaría un siglo en aparecer, el hada
sumió a Aurora y a todos los habitantes del castillo en un largo y profundo
sueño. Cien años después un apuesto joven llegó hasta el lecho de la bella
durmiente y se arrodilló a su lado. Aurora entonces abrió los ojos y, sin darle
tiempo a besarla, extrajo el puñal que guardaba bajo las sábanas y se lo clavó
en el corazón.
A mí me tocó
versionar, como ya habréis adivinado,
a La Bella Durmiente.
a La Bella Durmiente.
Caray con Aurora... Vaya vuelta de tuerca, muy buena! (Genial el nombre de "Grimminología" xD)
ResponderEliminarCon lo dulce y delicada que parecía... No hay que fiarse de los finales felices de los cuentos :-)
EliminarGracias por la visita, Andrea.
Un saludo.
Uffffffffffff, que bella malvada... Muy buena tu versión Sara.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias, Rosa.
EliminarUn beso.
Eso, que ya estaba bien de finales felices.
ResponderEliminarHabía que darle un toque criminal, estaba en las bases :-) En los cuentos de hadas nunca faltan los malos muy malos, solo que no suelen ser los protagonistas.
EliminarUn abrazo.
Genial tu bella y mala durmiente, Sara. Felicidades.
ResponderEliminarUn beso.
"La mala durmiente" suena muy bien.
EliminarGracias, Rosy.
Un abrazo.
Brillante esta reescritura del clásico, Sara. Gana al original en verosimilitud.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí siempre me llamó la atención esa facilidad que tienen los personajes de los cuentos para dormirse o quedarse inconscientes por años sin que se altere la belleza y prestancia de sus cuerpos. Será cuestión de magia, de la que escasea en este mundo...
EliminarGracias, Pedro. Un abrazo.
Qué pena. No parece que una bella joven de rostro angelical, pueda cometer un crimen premeditado, a sangre dormida y bastante fría. Una vuelta de tuerca triste para un cuento de hadas, pero de princesa malvada. No se lo cuentes a tu niño, Sara. Enséñale solo tu dibujo que es perfecto (yo creo que se te parece a ti, ¿no?)
ResponderEliminarBesossss
Hay cuentos infantiles clásicos que no hay que versionarlos para hacerlos macabros, ya lo son. Un día le compré a Daniel una recopilación de ellos, y tenían unos finales de espanto (tanto que tendrían que llamar al libro "Cuentos para no dormir").
EliminarBesos, Petra.
Has logrado mantener el ritmo el lenguaje el ambiente del cuento original, pero poco a poco has dejado pistas/cambios sutiles hasta... llegar al apuñalamiento final. ¿Lo que más me ha gustado? Ese aire de cuento de siempre, que nos sabemos de memoria.
ResponderEliminarYo, por mi parte, estoy deseando ver el libro o el pdf o lo que sea con todos los cuentos e ilustraciones juntos.
Besos, Luisa
Yo también estoy deseando ver esa publicación digital. Seguro que ha quedado fantástica.
EliminarGracias Luisa también por pasarte a leerme en el tallereo del relato y dejar tu opinión.
Besos.
Felicidades Sara, sorprendente y muy bien llevado.
ResponderEliminarGracias, Yolanda. Un abrazo.
EliminarEnhorabuena Sara. Siempre es difícil hacer una labor de "reescritura creadora" y te ha resultado un personaje que esconde mucha maldad a pesar de su rostro angelical.
ResponderEliminarEl dibujo, como dice Petra, es muy dulce, pero no cuentes esto a tus niños ...no sea que no duerman. ;)
Besos Sara.
Es un buen ejercicio reescribir un cuento clásico para sacar de él una historia diferente, sin que pierda su esencia.
EliminarUn abrazo.
No me vi venir ese final jamás. Y me encantó.
ResponderEliminar¡Felicitaciones!
Saludos.
Es que Aurora no estaba dispuesta a que un beso la cambiara.
EliminarGracias, Juanito. Un abrazo.