domingo, 6 de marzo de 2011

Rapto de soledad

Este microrrelato ha sido publicado hoy por la revista literaria La Esfera Cultural (en este enlace podéis verlo y comentar)

El viejo, fatigado por el esfuerzo, abanica el aire con sus manos curtidas. Tras una pequeña pausa retoma su tarea. Empapa el pincel en la pintura rosa que convertirá ese minúsculo trastero en la tierna habitación de una niña. Piensa amenizar las paredes con cenefas y cuadros infantiles; quizás también con un póster de un bello paisaje que simule una ventana. Entonces, cuanto lo tenga todo listo, saldrá a buscar una nieta.


8 comentarios:

  1. ¡Qué terrible puede ser la soledad! Escalofriante micro, Sara.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Muchos son los condenados a la soledad, a la última soledad de la vejez, cuando sólo hay ausencias alrededor...Sueña el paralítico con poder correr y cuando despierta, sonríe. Sueña el anciano con conservar hasta el último momento el espíritu de su infancia y cuando despierta, se lo cree. Decía Aristóteles que
    " quien haya placer en la soledad, o es una bestia salvaje o es un dios ". ¿ Y por qué ser leopardo, aunque no le quede absolutamente nadie, cuando puede parecerse a ...?

    ResponderEliminar
  3. Construír un sueño y conseguirlo.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Hay gente que, en este micro, lo primero que lee es la ternura y otros, el terror. Sin duda, tiene ambas cosas.
    Gracias por vuestros comentarios.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Que bonito el texto, la soledad si se escoge, es una buena compañera. Un beso enorme!

    http://wanderinkiller.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  6. Te comenté en la Esfera, saludos. Te sigo.

    ResponderEliminar
  7. Gracias, Paula. Otro beso enorme para ti.

    Hola Isabel, gracias por tus comentarios en la Esfera y por pasarte por aquí. Me he pasado por tu blog de poemas, y me he quedado un buen rato. Me ha encantado.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. Hola Sara. Personalmente, al leerlo, he visto a ese anciano en una lucha por cambiar lo que nunca obtuvo. Una infancia de felicidad y bien estar. Una infancia rodeado de cariño y amor donde su llegada fuese un regalo. Tal vez por reflejar al personaje en mis padres, ahora abuelos, los imagino, como fue, en una guerra y posguerra de miseria y pobreza donde había todo menos la posibilidad de disfrutar de una habitación como la que planea. Un desquite hacia lo que nunca pudo ser y siempre deseó.
    Enhorabuena por el micro, como siempre, un regalo de tu esencia y sensibilidad.
    También mismo comentario en la esfera cultural

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tus comentarios.