No me encuentro. Desde el rapto de las almas mi cuerpo es un ente más deambulando por estas calles desangeladas, frías, ausentes de luces que despejen las sombras de nuestras figuras, tristes maniquíes vestidos a la moda. Me busco en los escaparates, sin éxito.
Esta estupenda foto es obra de Earthquakeboy.
Qué sensación más angustiosa. Espero no sentirla nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Afrodisiacos. Sólo hay uno; la imaginación.Un beso,Sara.
ResponderEliminarDesde luego que debe ser una sensación terrible, Towanda.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario. Un saludo.
Hola Amigo mortal. La imaginación al poder.
Un beso para ti.
Inquietante microrrelato.
ResponderEliminarUn beso.
Ser, o no ser. Estar, o no estar. Existimos, vivimos realmente. Es un sueño, una realidad. Mnejamos nuestra existencia, nos manejan...
ResponderEliminarPor cierto, que se me olvidaba, muy chula la foto.
ResponderEliminar;)
Es un micro que solo pretende plantear preguntas e inquietar.
ResponderEliminarGracias MJ y Cormorán por vuestros comentarios.
El secuestro de las Almas. Terrible
ResponderEliminarBesos
Me quedo con una interpretación del texto en el sentido consumista de estar esclavos de la "moda", del rapto de las almas por ese devenir como puros maniquíes de todas las prendas y (muchas veces) chorradas que nos ofrecen en el mercado. Un abrazo
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