Bonita foto: Yesterday Sunset " Puesta de sol de ayer ". La máxima de Novalis: " El Hombre es imagen " la hace suya Earthquakeboy. Pero la recíproca también es verdadera: la imagen encarna en el Hombre, en este caso, en Sara. Nada más sintomático de cierto estado de espíritu actual de mucha gente, que aceptan sin pestañear tendencias, que igual que vienen se van y, en cambio, negarse a reconocerlas en el presente, perdidas su inicial poder de sorpresa. La reflexión está bañada por la luz del precioso atardecer, de la llama poderosa del sol que se apaga, y, como el sol, refleja también su luz, es una actitud del espíritu humano: el poder liberador del pensamiento, esa luz del alma, acaso más constante en la soledad a la que condenan la libertad sin rumbo de las gaviotas. Cada elemento se refleja en los otros dos, como tres astros que cruzan sus rayos para formar una única estrella: Todo está vivo, todo habla o hace signos; los objetos y las palabras se unen o se separan conforme a ciertas llamadas misteriosas: la de la libertad, la del amor o la de la poesía misma...
Gracias MJ. Sigo teniendo serios problemas con Blogger y no puedo comentar. Lo estoy intentando con otros navegadores. Si puedo publicar esto, es que me ha funcionado. Pido disculpas a los que tenéis blogs por no comentar vuestros post, pero que sepáis que los leo con cariño.
Hola Anónimo. Siempre te superas con tus grandiosos comentarios. Me encanta leeros.
Gracias, Nuria. Un fuerte abrazo.
Gracias Patricia. Este haiku está inspirado en mis paseos por la playa en invierno, cuando solo las gaviotas acompañan. Un beso.
¡Qué chulo! ¡Me encanta!
ResponderEliminarEspero que se solucionen pronto tus problemas con Blogger.
Un beso, guapa.
Bonita foto: Yesterday Sunset " Puesta de sol de ayer ". La máxima de Novalis: " El Hombre es imagen " la hace suya Earthquakeboy. Pero la recíproca también es verdadera: la imagen encarna en el Hombre, en este caso, en Sara. Nada más sintomático de cierto estado de espíritu actual de mucha gente, que aceptan sin pestañear tendencias, que igual que vienen se van y, en cambio, negarse a reconocerlas en el presente, perdidas su inicial poder de sorpresa. La reflexión está bañada por la luz del precioso atardecer, de la llama poderosa del sol que se apaga, y, como el sol, refleja también su luz, es una actitud del espíritu humano: el poder liberador del pensamiento, esa luz del alma, acaso más constante en la soledad a la que condenan la libertad sin rumbo de las gaviotas. Cada elemento se refleja en los otros dos, como tres astros que cruzan sus rayos para formar una única estrella: Todo está vivo, todo habla o hace signos; los objetos y las palabras se unen o se separan conforme a ciertas llamadas misteriosas: la de la libertad, la del amor o la de la poesía misma...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Sara.
Cuando una obra sugiere comentarios mas largos que la propia obra, es que es buena.
ResponderEliminarY para mi lo es.
Precioso haiku que responde a su esencia: la contemplación de la naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo, Sara
Gracias MJ. Sigo teniendo serios problemas con Blogger y no puedo comentar. Lo estoy intentando con otros navegadores. Si puedo publicar esto, es que me ha funcionado. Pido disculpas a los que tenéis blogs por no comentar vuestros post, pero que sepáis que los leo con cariño.
ResponderEliminarHola Anónimo. Siempre te superas con tus grandiosos comentarios. Me encanta leeros.
Gracias, Nuria. Un fuerte abrazo.
Gracias Patricia. Este haiku está inspirado en mis paseos por la playa en invierno, cuando solo las gaviotas acompañan. Un beso.