miércoles, 25 de mayo de 2011

El exhibicionista

Abre su gabardina mostrándome su desnudez, que apenas veo con los ojos tapados por mis manos temblorosas; sin embargo no puedo despegar mi cara de la ventanilla, que empieza a moverse con el tren. Lo observo ya lejano y él sigue estático en el andén, descubriéndose a mí sin pudor mientras pasa la gente a su lado, sin verlo.




5 comentarios:

  1. Khalil Gibran dice que el pudor es un escudo ante los ojos del impuro, luego reflexiona que si el impuro no está, el pudor será sólo una impureza de nuestra mente.
    A mí me encantó tu micro. Seguro que también a Gibran.

    Besos!

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  2. Hay tano ciego y tanto visionario en este mundo...ja ja ja

    Un microrelato cojonudo.

    Besazos enormes

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  3. Genial, Sara. Nunca se sabe, el exorcismo implicito de nuestros más oscuros deseos. Sucede también en los sueños que un objeto representa su contrario, ¿ por qué no en la imaginación ? El doctor Freud estaría de acuerdo. El reconocimiento se produce cuando se pueden desafiar esos pensamientos y reírse de ellos, una " risa de superioridad " que permite que la mente triunfe sobre ellos...
    Del análisis debería desprenderse que la historia se ha nutrido con aportes de diversa procedencia: los presiones del pudor y de la censura de los que habla con todo acierto Patricia, los recursos del inconsciente, y las palabras, cuyos significados, nos conducen a imaginar el parentesco de la estación de tren con los recuerdos personales del personaje. El conjunto está combinado en el plano de la expresión de manera muy acertada y deja al humilde lector, que le habla, intensamente satisfecho. Aquí hay mucha imaginación y mucha personalidad, Sara. Enhorabuena por el trabajo.

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  4. A veces el subconsciente juega con nuestra percepción.

    Un beso.

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  5. Patricia. Muy interesante lo que comentas en palabras de Khalil Gibran; el pudor, en este caso, como impureza de la mente del protagonista. Besos.

    Hola Dani. A veces solo vemos lo que queremos ver... Otro beso para ti.

    Anónimo. A mí me parece genial el profundo análisis que has hecho del micro. Un saludo.

    MJ. Muy acertado lo que dices. ¿Y si el exhibicionista estuviese realmente en la estación? Entonces serían los demás los que, por pudor o autorrepresión, no lo percibieran. Besos.

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